Libros en el Born
Cada día me sorprenden más los argumentos de los detractores de la biblioteca del Born. Arqueólogos e historiadores defienden su territorio 'bombardeando' la prensa con declaraciones cada vez más altisonantes sobre el 'fabuloso tesoro' encontrado. Sólo sus ojos pueden ver palacios, tabernas, hostales o cuadras en metro y medio de pared o elevar el valor de los adoquines a la categoría de mosaicos romanos. Me parece que esto es jugar con el dinero de nuestros impuestos, y malgastar 8.000 m2 de suelo público en el centro de la ciudad en un museo cuya utilidad, para la mayoría de ciudadanos, es incomparable con la que tendría una gran biblioteca. Y que no digan que se haga la biblioteca en otro lugar, porque no hay en el centro de Barcelona. La estación de Francia sería una opción muy cara, y correos, la Modelo o los juzgados están todavía en uso y pasarían años antes de poder utilizarlos. En el Born caben las dos cosas, pero dando prioridad a la biblioteca sobre unas ruinas de las cuales habría que preservar la cantidad justa para que no comprometieran el futuro de la biblioteca, y seguro que con la ayuda de las nuevas tecnologías es factible, aunque los señores arqueólogos se empeñen en negarlo y defiendan sólo sus intereses gremiales.