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Reportaje:

El trabajo infantil, oculto entre porcentajes

La incidencia real de la explotación laboral de los niños es mínima, a pesar de lo que asegura la OIT, que usa datos de los ochenta

Soledad Alcaide

Paco, que tiene 10 años, y su padre recogen chatarra y papeles con una pequeña camioneta por distintos barrios de su ciudad. Eso hace que falte con frecuencia al colegio. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha asegurado esta semana que, como él, muchos niños trabajan en España. 'Hay 200.000 trabajadores menores de 14 años, muchos de los cuales trabajan en pequeñas empresas en condiciones de subcontratación, especialmente en la industria del calzado', señala el documento.

Los números de este informe han provocado cierta alarma. Pero resulta difícil ponerles nombre y apellidos. Porque los datos sobre España se basan en otro estudio del Consejo de Europa, fechado en 1997. Cuando éste se examina con atención, resulta que remite a dos publicaciones, una de 1989 y a otra de 1980. Esos 200.000 niños trabajadores que se citan, 13 años después no pueden ser tan niños.

Lo que ocurre con el informe de la OIT no es un caso aislado. La falta de estudios específicos sobre el trabajo infantil en España ha hecho que, cuando salen a la luz algún tipo de números, se pone el grito en el cielo, sin tener en cuenta que son porcentajes, porque es muy complicado detectar los casos. La inspección del Ministerio de Trabajo sólo reportó, entre 2000 y 2001, el empleo ilegal de 217 menores. 'El trabajo infantil es muy difícil de estimar y más en los países donde está prohibido. Apenas existen estudios y los que hay no ofrecen números fijos, sino estimaciones. No significa que los datos no sean ciertos, sino que son interpretables', explica Esperanza Ochaíta, directora del Instituto de Necesidades y Derechos de la Infancia y la Adolescencia (IUNDIA), que pertenece a Unicef y la Universidad Autónoma de Madrid.

Precisamente por eso, esta institución elaboró en 2000, a instancias del Ministerio de Trabajo, la encuesta más amplia y reciente que se ha publicado sobre el trabajo infantil y que se hizo con niños de 10 a 15 años, en colegios de Alicante, Madrid, Sevilla y Albacete. Uno de ellos era Paco. 'Por supuesto, con este método nos dejamos fuera a los niños sin escolarizar, pero es que en teoría son cero. Se nos escapan los niños inmigrantes no escolarizados y puede ser que también la franja mayor. Porque los hijos de los temporeros también van a clase, salvo cuando sus padres los llevan con ellos, y están incluidos en la encuesta'.

Su conclusión es que el trabajo infantil 'no es un problema grave, aunque hay un buen número de niños que dedica un tiempo excesivo a trabajar con sus familiares'. Las estimaciones del estudio son que los niños que trabajan suponen un 5,9%, lo que serían aproximadamente 172.000. Y aquí es donde Ochaíta hace las interpretaciones: 'Hemos considerado que es trabajo el que se hace más de tres horas diarias, cinco días a la semana e incluimos el doméstico'. De hecho, la mayor aportación, un 3,4%, es trabajo de este tipo, aunque también es alto en los negocios y el sector primario.

Para ilustrar la diferencia, relata que han encontrado casos de niños en Alicante, que ayudan a coser el calzado a la salida del colegio o en vacaciones, pero precisa que mientras este trabajo no repercuta en la educación y el tiempo libre no es malo. 'Una hora sería incluso beneficioso como parte de la educación informal y teniendo en cuenta que también es malo que no hagan absolutamente nada', añade. 'Pero la incidencia de explotación real es mínima'.

Su percepción es la misma que la de los sindicatos. Almudena Fontecha, de la Secretaría Ejecutiva para la Igualdad de UGT, asegura que lo que hay son casos de niños 'no explotados, pero que no tienen una vida de niño. En su mayoría, ligado al trabajo familiar, en pequeñas explotaciones'. Y José María Fernández Villalta, responsable de Política Social de Comisiones Obreras, sostiene que son sobre todo inmigrantes, 'en el sector agrícola y de manipulados'.

Todos coinciden en que, aunque los niños que trabajan no sean tantos como dice la OIT, se conoce muy poco sobre ellos.

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Sobre la firma

Soledad Alcaide
Defensora del Lector. Antes fue jefa de sección de Reportajes y Madrid (2021-2022), de Redes Sociales y Newsletters (2018-2021) y subdirectora de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS (2014-2018). Es licenciada en Derecho por la UAM y tiene un máster de Periodismo UAM-EL PAÍS y otro de Transformación Digital de ISDI Digital Talent. 

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