Alicante pide ayudas especiales para los municipios afectados por las lluvias

El pleno de la Diputación Provincial de Alicante aprobó ayer por unanimidad una moción en la que se compromete a solicitar a los Gobiernos central y autónomo ayudas extraordinarias para los municipios de la comarca de la Marina Alta que se han visto afectados por el temporal de lluvias de los últimos días. Los municipios más afectados son La Vall d'Ebó, con 532 litros por metro cuadrado; la Vall de la Gallinera, con 400 litros; y Pego, municipio en el que se han contabilizado 542 litros por metro cuadrado.

El sindicato agrario La Unió-COAG cifró en unos 30 millones de euros el valor de las pérdidas ocasionadas en el campo valenciano por el temporal. En un comunicado, la organización señala que los principales daños se han producido en la fruta de verano, como el melocotón, la nectarina y el albaricoque, y en la cereza, con sendas pérdidas de unos 16 y 7,4 millones de euros. El níspero se ha visto afectado con unos daños que rondan los 5,4 millones de euros y las pérdidas en hortalizas suponen 1,2 millones de euros.

Por otra parte, las fuertes lluvias caídas los últimos días han vuelto a dejar huella sobre el patrimonio histórico y monumental de la ciudad de Tortosa (Tarragona), informa Jordi Marsal. Un desprendimiento de tierras ocasionado por la probable retención de agua durante las últimas horas derribó un muro la medianoche del miércoles en la muralla del castillo de la Suda, calificado como patrimonio nacional. El desprendimiento, que no ocasionó daños personales, dejó taponado el principal acceso al Parador Nacional de Turismo, ubicado en el castillo. La ciudad ha recogido durante los últimos días precipitaciones superiores a los 150 litros por metro cuadrado.

El sector agrícola de las comarcas del Ebro empieza a calibrar la magnitud de las pérdidas tras el temporal. En la zona sur de la Ribera d'Ebre (Tarragona), las lluvias dañaron considerablemente la cosecha de cerezas. Los agricultores calculan que el temporal ha echado a perder la mitad de una cosecha, que se estimaba en unos dos millones de kilos.