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Reportaje:

'Yo no he renunciado'

Un vídeo muestra cómo Chávez llamó 'cobardes y traidores' a los golpistas de Venezuela

Un vídeo doméstico de 18 minutos, grabado durante su cautiverio en la base militar de Turiamo, a unos 100 kilómetros al oeste de Caracas, muestra cómo el -en aquellos momentos derrocado- presidente de Venezuela, Hugo Chávez, aseguraba no haber renunciado a su cargo y llama 'traidores y cobardes' a varios altos mandos militares.

La cadena de noticias Globovisión emitió el vídeo en el que Chávez explica a un coronel la traición de varios generales que se escondieron o se negaron a actuar el 11 de abril. El presidente trató de poner en marcha el Plan Ávila, que prevé la intervención militar para cortar desórdenes públicos. Ante los disturbios provocados por las manifestaciones de la oposición y la respuesta de los chavistas, el 11 de abril, los altos mandos no obedecieron las órdenes de Chávez. Los acontecimientos se precipitaron y culminaron con la detención del presidente y una intentona golpista, fracasada tres días después.

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El vídeo se grabó durante el cautiverio de Chávez en la base militar de Turiamo, en la costa de Venezuela, antes de su traslado a la isla de La Orchila, de donde militares leales lo liberaron y restituyeron al poder en la madrugada del domingo 14 de abril. En las imágenes emitidas se ve a un oficial que entrega a Chávez gotas para los ojos y un medicamento contra el colesterol. Al advertir que lo grababan, Chávez lanza un saludo y asegura: '¡No he renunciado!'.

En la conversación con el coronel, Chávez le cuenta: 'Yo hasta ahora no he preguntado ningún abogado (sic). Me encomendé a Dios y dije '¡Ojalá un rayo de buen juicio les llegue a los que están tomando decisiones!'. Me voy, dejé mi fusil y mi pistola. No he preguntado. No he hablado ni con mi mamá, ni con mi esposa. Estoy incomunicado. Pedí un abogado y me dijeron que no. (...) Yo necesito que me digan adónde voy a ir. Si no, yo no salgo de aquí'.

El coronel responde: 'Las intenciones son llevarlo a La Orchila'. Chávez replica: 'Yo si me voy a Cuba o adonde yo decida, no puede ser obligado'. A continuación, dice Chávez: 'Todo el alto mando me traicionó. ¡Cobardes y desleales! Yo ordené en la mañana aplicar el Plan Ávila'. Sigue Chávez con el relato de cómo se enteró, por informes de los servicios secretos, 'de que el plan insurreccional estaba en marcha y de que el general Medina Gómez, el agregado de Venezuela en Washington, estaba aquí y trajo armas. De toda esa vaina me enteré yo. Y ordené, ante tantas evidencias: '¡Plan Ávila, general Rosendo!'. Pero el general Rosendo no quiso. Se me desapareció'.

Después Chávez explica al coronel la defección de otros generales. Merece especial atención el relato de Chávez sobre la actitud del general Lucas Rincón, que fue quien anunció al país la renuncia del presidente. A pesar de ello, Rincón ha conservado su puesto tras el fracaso de la intentona golpista. Relata Chávez su diálogo con Rincón: '¡Lucas, Plan Ávila!'. Rincón le responde: 'Presidente, no sé. Vamos a pensarlo'. Chávez: '¿Qué vamos a estar pensando? ¡Plan Ávila!'. Rincón: 'Bueno, voy al Fuerte Tiuna [sede del Ministerio de Defensa]'. Chávez: 'Bueno, está bien, vete al Fuerte Tiuna, pues'. Chávez explica que, desde Fuerte Tiuna, Rincón responde sobre el Plan Ávila: 'No, no es conveniente'. Añade Chávez: 'Entonces agarré un radio que yo tenía'. Localiza Chávez al comandante de brigada García Carneiro, quien tampoco puede ayudar a Chávez y le responde: '¡Coño, mi comandante, no sé, a mí me están buscando para meterme preso!'. García Carneiro le informa de que 'hay una insurreccion militar'.

El coronel explica a Chávez que tiene que llevarlo a La Orchila. Chávez responde: 'Te entiendo, chico, perdóname mis comentarios, porque fíjate a estas alturas yo pudiera negarme a irme. ¿Por qué? Porque constitucionalmente yo soy el presidente de este país. Sencillamente, déjame aquí sentado. Yo almuerzo y voy a meditar un poco para tomar después que almuerce una decisión'.

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