La delincuencia vuelve a crecer en España un 6% en el primer trimestre del año

La delincuencia ha seguido en 2002 la senda de crecimiento con la que acabó el año pasado. En los tres primeros meses de este año, la criminalidad aumentó una media de un 6% con respecto al mismo periodo de 2001, un dato que contrasta con la respuesta que el presidente del Gobierno, José María Aznar, le dio al líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, el miércoles pasado en el Congreso: 'Los datos del primer trimestre del año demuestran un descenso de la delincuencia'. Los sindicatos policiales y el PSOE replican a Aznar que una cosa es que la criminalidad crezca menos y otra muy distinta que baje.

Los datos y las estadísticas tienen la virtud del sofisma, ya que, según se miren, pueden servir para demostrar una cosa y la contraria. Las cifras facilitadas por el Sindicato Unificado de la Policía (SUP), mayoritario en el cuerpo, y admitidas por el Ministerio del Interior, indican que en el primer trimestre del año 2001 se cometieron en territorio bajo competencia del Cuerpo Nacional de Policía (nucleos urbanos de más de 50.000 habitantes) un total de 331.354 infracciones penales (delitos y faltas conocidos), frente a las 351.149 del mismo periodo de este año. Y si la comparación se hace con el último trimestre de 2001, tampoco hay descenso, sino un crecimiento del 0,36%, porque la suma de infracciones de octubre, noviembre y diciembre últimos fue de 349.881.

La pura matemática indica que la criminalidad ha crecido en un 6% en el primer trimestre de este año con respecto al mismo periodo de 2001. Pero también dice que el crecimiento se ha desacelerado, ya que el año pasado acabó con una tasa de crecimiento del 10%. 'La delincuencia ha subido menos y, por lo tanto, hay una mejor evolución', según afirman fuentes del Ministerio del Interior.

Eso explicaría el porqué, ante una pregunta de Zapatero sobre cómo pensaba atajar el Gobierno el aumento de la delincuencia, Aznar le contestó sin dudar: 'Quiero decirle, por si no lo sabía, que los datos del primer trimestre del año demuestran un descenso de la delincuencia y de la inseguridad ciudadana [rumores en la Cámara]. Sí, señorías, aunque soy muy consciente de que hay elementos y cuestiones que hay que afrontar, sin mirar hacia otro lado'.

Aznar fue más allá que el ministro del Interior, Mariano Rajoy, quien una semana antes dijo en el pleno que en febrero pasado se había registrado 'una disminución del 8,87% de las infracciones penales respecto a enero'. Y, efectivamente, mientras que en enero se habían contabilizado 123.604 infracciones (frente a 113.604 de enero de 2001), al mes siguiente se registraron 110.462 (por 102.130 de febrero anterior) y en marzo, 117.418 (contra 115.620). 'Sí, pero eso pasa todos los años, porque febrero tiene tres días menos', aseguran analistas policiales.

'Lo que dijo Aznar', asegura José Manuel Sánchez Fornet, secretario general del SUP (en conflicto colectivo junto al resto de los sindicatos policiales), 'sólo puede obedecer a dos cosas: o que el presidente del Gobierno vive fuera de la realidad o que le han engañado, pero en ambos casos habría mentido al Congreso'. Victorino Mayoral, portavoz socialista para los asuntos de Interior, dice que lo que hizo Aznar fue agarrarse al dato de febrero, en el que, efectivamente, se registraron menos delitos y faltas que en enero. 'Ya hemos desmentido al Gobierno de todas las maneras y por ello pedimos que se cree una agencia estatal de estadística y evaluación de la delincuencia', agrega.

Maquillaje

Mayoral y Fornet insisten en que la situación se le ha escapado de las manos al Gobierno y que el incesante incremento de 2001 y 2002 se debe a que 'ya no es posible seguir maquillando las cifras'. Fornet precisa esta crítica: 'En 2000 se dieron instrucciones para que se hiciera lo posible para que la delincuencia bajara, por lo que se maquillaron las cifras. Pero como en 2001 ya era imposible seguir maquillándolas, se encontraron al año siguiente con que las estadísticas reflejaban el crecimiento ocultado en 2000 y el que realmente se produjo en 2001'.

El Gobierno niega que haya maquillado cifras y esgrime un catálogo de causas para explicar los aumentos, que incluye desde la incidencia de los multirreincidentes hasta la llegada de extranjeros delincuentes camuflados entre la creciente inmigración. Como aval de que no ha trastocado las cifras, exhibe algunos datos del primer trimestre, como los referidos a Melilla y Ceuta, que el año pasado fueron las dos ciudades más peligrosas de España: en la primera, la criminalidad ha descendido un 12,8%; y en la segunda, un 22,8%. Ello ha aupado a las Baleares a la primera posición, pues la delincuencia ha crecido casi un 50% en el primer trimestre del año con respecto al arranque de 2001.