El vertedero de Vitoria recorta en un 75% la recepción de residuos industriales
Cuatro firmas alavesas dedicadas a la fragmentación de vehículos usados para la recuperación de materiales férricos son las primeras afectadas por la política de restricciones en vertidos industriales que desde el mes de mayo ha impuesto el Ayuntamiento de Vitoria. La decisión municipal supone que las 17.000 toneladas que hasta ahora depositaban al mes en el vertedero municipal de Gardélegui deben reducirse desde mayo a 4.500 toneladas.
La saturación del citado vertedero, receptor de desechos procedentes de toda Álava, ha obligado a imponer una severa reducción del 75% en la recepción de residuos, medida que además se hará extensiva al resto de los sectores industriales en los próximos meses.
La Cámara de Comercio ya ha mostrado una cierta preocupación por estas restricciones, que ahora se centran en firmas dedicadas a desguaces y recuperación de metales, pero que el consistorio va a ampliar con el tiempo a los desechos de todo tipo.
Las restricciones impuestas por la corporación siguen las directrices de la UE en materia de almacenamiento y reciclaje de residuos, que cada vez más exigen a las empresas una primera clasificación de sus basuras antes de llevarlas a los espacios públicos, sobre todo si se trata de materiales en contacto con fluidos contaminantes como puede ser el caso de los coches y máquinas que utilizan aceites sintéticos.
'Estas empresas que resultan afectadas en la primera fase se deshacen de plásticos, textiles etcétera, que son los materiales que mandan al vertedero' señala Jorge Ozcáriz, director de Medio Ambiente del Ayuntamiento, que destaca su labor de reciclaje y recuperación. 'Las empresas deben promover una gestión diferente de este residuo, y se han establecido unos plazos para reducir el vertido para que vayan viendo otras opciones', agrega.
El punto de vista de las empresas afectadas es muy diferente. La Cámara de Comercio asume la existencia de cierto malestar por la inmediatez de la medida en cuatro industrias que cuentan con 200 puestos de trabajo directos e indirectos, y a las que se les obliga a actuar contrarreloj.
La Federación Española de la Recuperación, en la que se inscriben estas empresas, subraya que 'se está estudiando desde la reubicación de vertidos hasta la valorización energética de los residuos'.
