Cortina de gas
Repsol YPF y su filial Gas Natural reordenan y unifican sus negocios de gas licuado y electricidad
El Grupo Repsol YPF ha presentado a los inversores, pocas horas después de la movida junta general de accionistas del domingo (algunos accionistas cuestionaron las inversiones en Argentina y la gestión de su presidente), su cara más amable en las actuales circunstancias: la reorganización y potenciación de sus negocios de gas, un sector con grandes perspectivas de crecimiento y rentabilidad en los próximos lustros y en el que es hoy uno de los líderes mundiales en cuota de mercado y reservas. Ha creado, junto con su filial Gas Natural, una nueva compañía para desarrollar a escala mundial toda la cadena de valor del gas natural licuado.
SGM va a ser, según Alfonso Cortina, 'una de las tres principales compañías del mundo en comercialización y 'trading' de gas'
Los gestores de Repsol YPF pretenden que el gas aporte a medio plazo alrededor del 30% de la facturación total del grupo petrolero
Pese a Argentina y al incierto mercado actual del petróleo, hay futuro en Repsol YPF. El grupo, que ha recortado sus beneficios en un 57,8% en 2001 y ha anunciado drásticas reducciones de inversiones para este año, ha lanzado este tácito mensaje a los inversores con el anuncio de la creación de una sociedad conjunta con Gas Natural para el gas licuado y de la unificación de los negocios eléctricos de la matriz y la filial. Alfonso Cortina, el presidente de Repsol YPF, aseguraba esta misma semana que el conjunto de actividades de gas y electricidad desarrolladas por las distintas unidades de negocio de ambas empresas representa 'el primer grupo gasista integrado' a escala mundial. En otras palabras, que su grupo no es sólo crudo, refino y petroquímica.
La reestructuración anunciada pretende, según fuentes de Repsol YPF, racionalizar la cadena de gas y electricidad para maximalizar el valor de los activos, explotar las sinergias existentes, lograr una 'mayor eficiencia' en la gestión integrada del negocio y potenciar el acceso a nuevos mercados y actividades.
Repsol YPF, en el nuevo marco, asumirá las funciones de exploración y producción de gas natural, la gestión de los gaseoductos y la comercialización de la producción gasística en los mercados conectados por gaseoducto. Por su parte, Gas Natural, que está participada en un 47% por Repsol YPF, se hará cargo del aprovisionamiento de gas en España, de la distribución nacional e internacional, y de la generación eléctrica, además de participar en la propiedad de activos de transporte en España y otras actividades, como telecomunicaciones y servicios.
La nueva sociedad, que es la tercera pata de la reordenación y que provisionalmente se ha bautizado como Gas Midstream (SGM), está participada al 50% por Repsol YPF y por Gas Natural. Su actividad principal será desarrollar toda la cadena de valor del gas natural licuado, y para ello agrupará las actividades de las plantas de licuefacción de gas situadas en las zonas de producción de este combustible, la gestión 'de la mayor flota de metaneros del mundo', según fuentes de las matrices, y las terminales de regasificación situadas fuera del territorio español, así como la comercialización y trading de gas natural licuado en los principales mercados mayoristas globales, salvo en España, donde dicha actividad será realizada por Gas Natural.
La nueva compañía, para la que no se prevé una inmediata salida a Bolsa, va a ser, según Cortina, 'una de las tres primeras del mundo en comercialización y trading de gas'. La reorganización de estos negocios, agrega el presidente de Repsol YPF, potenciará el desarrollo de la estrategia multiutility de Gas Natural y permitirá obtener sinergias y ahorros ante los 'difíciles momentos' que atraviesa el grupo por la situación argentina.
En difinitiva, un oportuno mensaje de optimismo a los mercados, que los analistas han valorado positivamente, tras el disgusto de los accionistas por la postración del valor en Bolsa, por los quebrantos que ha deparado y depara la crisis argentina en las cuentas de Repsol YPF y por el recorte en un 58% de los dividendos del 2001.
Fuentes de Repsol YPF, sin embargo, descartan cualquier motivación de 'oportunismo' en esta reorganización de sus negocios de gas. La apuesta por el gas de este grupo, señalan, se remonta a tiempos anteriores a su creación, a tiempos de su antecesor, el Instituto Nacional de Hidrocarburos, que comenzó a invertir en infraestructuras destinadas a este combustible en 1985. La cadena del negocio del gas, al contrario que en el petróleo, explican, parte del mercado y termina en los yacimientos. Es más importante tener mercados que yacimientos, y de ellos se partió con la idea de ir ganando tamaño. El gran salto cualitativo en esta estrategia se produjo para Repsol en 1996, año en que Amoco, que había descubierto unas importantes reservas de gas en Trinidad y Tobago y no tenía clientes para comercializarlo, se dirigió al grupo español, que sí tenia mercados, para explotar conjuntamente estas reservas. Repsol se quedó con el 10% (cediendo una tercera parte a su filial Gas Natural) y suscribió una opción por un 20% adicional, que ya ha anunciado a BG, sucesora de Amoco, que va a ejercer el próximo 1 de enero. Además, YPF, explican en Repsol, aportó más reservas de gas, que en parte se comercializan en Brasil, y en los últimos años se ha hecho también con grandes reservas en Bolivia y ultima dos ambiciosos proyectos -Andina y Pacific LNG- para abastecer de gas a México, EE UU y otros mercados latinoamericanos.
'Estamos en los mercados con mayor potencial de crecimiento del mundo', dicen en Repsol YPF, 'y la tecnología de licuefacción del gas para su posterior transporte en buques a plantas de regasificación a pie de los mercados se ha desarrollado de forma espectacular en Trinidad y Tobago y nos permite ahora ser competitivos en precio con el gas natural no licuado en distancias superiores a mil kilómetros'. Además, agregan, los negocios de gas y electricidad no son cíclicos como el del petróleo, o anticíclicos como el del refino, sino acíclicos, al estar regulados por tarifas, lo que aporta establidad a los ingresos del grupo. Hay otro valor añadido, señalan, y es la transformación creciente de la química del petróleo a química del gas.
De todos modos, el negocio del gas supone hoy en torno al 28% de la facturación de Repsol-YPF y, en principio, la idea de los gestores es desarrollarlo para que aporte en torno al 30% de las ventas conjuntas, que lógicamente deberían ser mayores, a medio plazo.
Argentina y la deuda lastran la cotización
Argentina y la deuda son el mayor lastre para la cotización de Repsol YPF, según los analistas. El resultado neto de Repsol YPF en 2001, por la caída de los precios del crudo y los ajustes y saneamientos extraordinarios realizados por la crisis argentina, se situó en 1.025 millones de euros, un 57,8% menos que en 2000. El grupo realizó, por la misma causa, un saneamiento de 1.450 millones y unas provisiones de 1.288.
La deuda, que alcanza prácticamente el valor de su capitalización bursátil, es el gran talón de Aquiles de Repsol, a juicio de los analistas. 'Lleva prometiendo su reducción desde la adquisición de YPF en 1999. Sin embargo, la crisis argentina finalmente la ha obligado a actuar. Repsol ya ha vendido activos y tiene que vender más', señalan en Merrill Lynch. Según Cortina, el ratio de endeudamiento en 2001 descendió al 42,9% a final del año. En Repsol reconocen que 2002 va a ser un año crítico respecto a sus planes de reducción del endeudamiento, pero confían en que con las desinversiones previstas -piensan ingresar 2.500 millones de euros por la venta de sus participaciones en Enagas y CLH-, el ahorro de costes que se proponen de 200 millones de euros y una posible emisión de bonos preferentes cuando las condiciones de mercado lo permitan, puede cumplir sus objetivos.
Itziar Gómez, analista de Safei, cree que, pese a estos avances y anuncios concretos de desinversiones, ajustes y prudencia ante la crisis argentina por parte de Repsol YPF, 'hay que esperar para entrar en este valor, aunque esté muy castigado. Hay alternativas en su sector que, aunque estén más caras, no tienen tanto riesgo'.
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