Evitar el abucheo

El director del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA), Jorge Glusberg, resta importancia a la suspensión de la exposición de pintura española del siglo XVIII y destaca la buena salud del museo. 'Nunca hubo más exposiciones y más hechos culturales que en los últimos dos años. Cuando asumí la dirección el museo recibía unas 60.000 visitas anuales, ahora tenemos entre 70.000 y 80.000 por mes'. 'Decir que la cultura no funciona porque tenemos una situación financiera muy complicada no es toda la verdad', añade. El número de galerías de arte ha disminuido de manera alarmante, según Glusberg. 'Son parte del oxígeno o la nafta que hace funcionar a los artistas. A la feria de ARCO, por ejemplo, no han ido más de dos o tres galerías'.

La especialista y columnista del diario Ámbito Financiero, Ana Martínez Quijano, opina que la primera repercusión de la crisis es en los espectáculos, exposiciones u obras que vienen del extranjero. 'Todo lo que viene del exterior ha pasado a ser prohibitivo. Imagine lo que significa pasar de un tipo de cambio de un dólar un peso, a tres pesos por dólar'. El teatro Colón ha suspendido algunas óperas -Parsifal, porque es imposible presentarla con cantantes locales-, o argentinizado otras -Don Carlo, en la que cantará Darío Volonté-.

Un público nuevo

La filosofía del nuevo director del teatro, Emilio Basaldúa, es hacer un teatro Colón diferente, sumar un público nuevo con entradas baratas, con artistas argentinos y más funciones y títulos del gran repertorio menos conocido. Se respetarán los abonos, pero a nadie se le exigirá ir de etiqueta. No son tiempos para la ostentación cuando a la entrada del teatro hay gente pidiendo comida. 'Que cada cual venga como quiera. Yo no me voy a poner esmoquin este año. Mi gestión consiste en preservar la calidad de las óperas, ballets y conciertos con los artistas de aquí y algunos pocos de afuera', ha dicho Basaldúa. En los comienzos de temporada ha disminuido drásticamente el número de políticos que acuden al Colón, que era una pasarela tradicional para ver y ser visto. Ahora, tienen que esconderse para evitar el abucheo.

En el año 2001, la asistencia a los teatros descendió el 37,2% en comparación con el año anterior. La cifra de 1,3 millones de espectadores queda muy lejos de los cinco millones que acudían al teatro en la década de los cincuenta. Esta temporada se han suspendido Cabaret, que iba estrenarse en mayo, por el elevado coste -cerca de un millón de dólares-, la incertidumbre y la imposibilidad de aumentar el precio de las entradas. El presupuesto del Complejo Teatral de Buenos Aires ha sufrido un recorte drástico, hasta tal punto que no ha podido programar la temporada más allá de agosto. Los contratos sólo llegan hasta junio y el personal está cobrando con dos meses de retraso. Han caído del programa Edipo Rey, que iba a estrenar Alfredo Alcón con dirección de Lluís Pasqual -tenían que pagarle a Pasqual en dólares y era imposible girar dinero al exterior-; y La bella cautiva, con textos de Alain Robbe-Grillet, que iba a dirigir el músico estadounidense John King.