Pervivencia de una ruta imperial
- Jardín histórico. 'Me da mucha pena ver que la gente, en el Retiro, parece creer que se encuentra paseando por un parque de barrio cualquiera', se lamenta Ana Rosa, 'cuando en realidad se trata de un recinto histórico que tiene 360 años de vida y que está dotado de una delicadeza que le confiere enorme fragilidad. Pienso', añade, 'que no estaría de más recordarlo con carteles a sus paseantes, sobre todo durante los domingos, donde la masificación pone en peligro muchas de las joyas que el parque del Retiro incluye'.
- Otra oportunidad. 'Considero que a los estudiantes que han fracasado en una carrera, esto es, aquellos que tras iniciarla se han visto decepcionados, habría que darles otra oportunidad para que puedan elegir otros estudios que, quizá, no formaban parte de aquéllos a los que sus calificaciones les permitían acceder', dice Juan Carlos. 'Cuando los problemas demográficos acuciaban en España, el rigor académico en cuanto a los numerus clausus era obligado', rememora, 'pero, ahora, cuando se percibe claramente que esa tensión ha remitido -y mucho-, sería de justicia que se permitiera a muchos estudiantes que se vieron obligados en su día a reducir sus expectativas a probar ahora su oportunidad', agrega. 'Nadie puede asegurar que el rendimiento vaya siempre de más a menos, porque hemos visto muchos casos en los que los estudiantes siguen, precisamente, un itinerario contrario y pasan de las bajas calificaciones iniciales a las altas notas y al entusiasmo por los nuevos estudios en cursos superiores'.
- Más participación. 'Me gustaría invitar a la gente a que participara más en la vida sindical, para que asuntos tan espinosos como la huelga del transporte de viajeros por carretera contaran con más juicios y más opiniones que aquéllos con los que este reciente conflicto ha contado', dice Mariano.
- Perjudicados de distintos tipos. 'Todos nos quejamos mucho de que los efectos de las huelgas nos perjudican en la vida cotidiana', admite José Luis, 'pero más nos perjudica, y además de verdad, cuando, por las condiciones precarias de un trabajo, los trabajadores se ven afectados por accidentes que causan muertes entre los ciudadanos de a pie. Me refiero, por ejemplo, a las condiciones de seguridad en los transportes. Cuando alguien consigue satisfacer sus reivindicaciones laborales, el conjunto de la sociedad se beneficia, no lo olvidemos, pese a las molestias que las medidas de presión de los trabajadores nos causan a corto plazo', sentencia este lector.
- Sorpresa molesta en una carretera. 'Recientemente, en la carretera que va del Valle de los Caídos a San Lorenzo de El Escorial', cuenta preocupada una señora, 'he visto unos carteles, de dudoso gusto estético, en los cuales una foto de la cruz del Valle destaca al lado de un rótulo que indica Ruta imperial, una imagen que confunde, pues no tiene sentido para la época franquista y sí de El Escorial que corresponde a la época de Felipe II; pero las indicaciones están hechas como si correspondieran todas a lo mismo, ya que figuran tanto el Valle de los Caídos como Brunete y otros municipios', avisa. Y se pregunta: '¿A qué viene esa denominación de ruta imperial repitiendo la fraseología franquista?, ¿Cómo se han podido autorizar dichos carteles que, además de afear el paisaje, ofenden al espíritu democrático?'.
- San Rafael, obras contra-ambientales. 'San Rafael es un anejo de El Espinar en Segovia, pero la mayoría de su población flotante en verano y vacaciones es de origen madrileño', comenta un lector que pasa allí sus vacaciones. 'Pues bien, se están produciendo numerosos atentados al medio ambiente por parte del Ayuntamiento; el último fue la construcción de un enorme muro para hacer un frontón en una preciosa pradera situada en el monte junto a la piscina municipal. Ese muro afea el paisaje sobremanera, pero no ha sido la primera vez: en años pasados, la construcción de unas viviendas de protección oficial cerca del actual enclave provocó la tala de numerosos pinos', recuerda.
- En defensa de la procesionaria. 'Me sublevo contra la destrucción bestial de un insecto que tiene derecho a vivir como todo ser vivo', se lamenta José Andrés. 'Me refiero a la procesionaria, que tan trabajosamente surca nuestros caminos madrileños. Ya sé que ataca los pinos', reconoce, 'pero estoy convencido de que, pese a ello, la naturaleza le asigna algún papel reciclador que nosotros desconocemos y que nuestra ignorancia sepulta en la bestialidad de su destrucción. Exijo que se aparte a la procesionaria de los pinos, pero que no se la aniquile', agrega. 'Todo el mundo sabe que en el origen de su descontrol está la generalización del monocultivo y la rotura, por parte de los seres humanos, de la biodiversidad de los bosques, que genera tantas disfunciones', subraya.
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