Estrategias hereditarias matrimoniales

El origen de la burguesía agraria andaluza tiene mucho que ver con las prácticas endogámicas en cuanto a la apropiación y control de la tierra. Así se constata en el estudio elaborado por el profesor de Historia Contemporánea David Martínez López titulado Tierra, herencia y matrimonio. La obra, editada por la Universidad de Jaén, supone un planteamiento microanalítico que ha tomado como base el estudio de varias familias burguesas que vivieron en la Vega de Granada durante el siglo XIX.

La investigación del profesor Martínez López cuestiona la idea extendida en los círculos liberales de la época de que las sociedades burguesas y contemporáneas nacidas en el siglo XIX habían dejado atrás el tradicionalismo que les había acompañado hasta entonces.

'No fue así, la formación de esas familias tuvo una base muy tradicional', asegura. A su juicio, más allá del trabajo físico, la especulación o los hábitos usureros de esas familias, lo que contribuyó a conformar la oligarquía económica andaluza fueron las estrategias hereditarias matrimoniales.

Familias como Carrillo de Albornoz, Herrera, Rosales -todas ellas de la zona de Santa Fe (Granada)- o la malagueña de Pedro Borrajo son representativas de lo que el autor de la investigación considera como prácticas de 'antidisgregación' de los patrimonios familiares.

'A la hora de casarse utilizan dos vías: o practican un matrimonio cerrado entre familiares, casi siempre entre familiares consanguíneos (primos hermanos), o bien dan el salto a otras zonas geográficas pero siempre dentro de la endogamia y la tendencia a casarse entre iguales', explica el profesor David Martínez.

No obstante, dentro de este campo también fueron relevantes las estrategias de transmisión de valores. La mujer no tenía el mismo peso que el hombre, pero incluso entre los hombres, los primogénitos, estaban llamados a jugar un papel preponderante.. 'Era una primogenitura de tipo estratégico', asegura el autor de la obra.

Endogamia familiar

Y abunda al respecto: 'No es que hubiera nada institucionalizado ni nada escrito, pero sí había una tendencia para que esas personas tuvieran un papel importante en la gestión de los patrimonios'. La endogamia familiar se solía practicar en mayor medida entre los primos del linaje paternal porque el negocio era mayor.

Para el profesor Martínez, este tipo de herencia matrimonial adquirió su máximo auge a partir de la segunda mitad del siglo XIX, a partir de la reforma neoliberal. 'Una vez que pasaron los efectos de la Desamortización, el mercado como forma de acceso a la propiedad va perdiendo protagonismo en detrimento de la herencia matrimonial', manifiesta, tras censurar el carácter 'excluyente' de esas prácticas.

'Ser mujer o nacer el último de los hermanos condicionaba negativamente la vida', reprocha. En su opinión, el estudio de la Vega granadina es extrapolable al resto de zonas agrícolas andaluzas.

La situación anterior era posible gracias a la complicidad de la Iglesia, que actuaba en total 'connivencia' con ese tipo de matrimonios con mezcla de sangre.

'A la Iglesia le pasa algo paradójico: por un lado, es la gran agraviada por la reforma liberal, pero sin embargo siguen influyendo y justificando el orden social de la época', indica el investigador de la Universidad jiennense.

A pesar de que las autoridades eclesiásticas abrían un expediente cada vez que se producía un matrimonio entre primos, finalmente la autorización llegaba a través del pago de un tributo. 'Pagando se acababa cualquier problema', ironiza el profesor Martínez.

En conclusión, la obra de David Martínez -que va a volver de nuevo a reimprimirse- constata que el siglo XIX fue un periodo de crecimiento económico en Andalucía, en parte porque se cultivó más tierra que nunca. Sin embargo, de forma paralela fue una época de grandes oligarquías económicas. Ese fenómeno se extenderá hasta la Restauración y principios del siglo XX favoreciendo el aumento de los desequilibrios sociales en Andalucía.

El profesor David Martínez define con esta conclusión el concepto de familia que tenían los representantes de la burguesía agraria: 'El patrimonio, la familia y la tierra eran un todo para ellos, pues su historia giraba en torno a la apropiación de la tierra'.