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VISTO / OÍDO
Columna
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Caracas, izquierda y derecha

Parece que nada era verdad en toda la campaña internacional contra Chávez; parece que los diez generales felones no estaban seguidos por el Ejército -mandos intermedios, soldados- y que el pueblo de las cacerolas no era el pueblo: los que le votaron en las urnas le sacaron de la celda y metieron al presidente de la patronal, que se convirtió en presidente de la nación. Tanta impaciencia tenía que comenzó ya a deshacer las leyes sociales del presidente torpón y algo rojo, y entonces comenzaron a bajar los de los ranchitos y desobedecer los soldados. El hecho es notable por poco frecuente. Ni siquiera se ha concebido en el lenguaje político que una 'contrarrevolución' podía ser de izquierdas. Ni esta palabra ha aparecido en la larga campaña contra el presidente: ni izquierda ni derecha. Y sin embargo, ése era el problema, entendiendo a la manera clásica la izquierda en sus dos vertientes -la de clase y la intelectual-, y por derecha, oro, incienso y sable.

Si el episodio es satisfactorio es sólo por el momento, porque Estados Unidos está detrás y la Europa institucional también, y lo que en la jerga actual se llaman 'democracias' -la derecha- no deja de producir alguna satisfacción a los rojos que aún andan sueltos. Pero no es éste el caso que más me interesa, sino el de la campaña. Suelo recomendar una especie de escepticismo constructivo: una nueva manera de aprender a leer y a escuchar. Cada noticia, cada titular, hay que leerlos sin estar seguro de que sean verdad y mentira. Y sin estar seguro de que el deseo propio nos deje determinar la realidad. Algunos aprendimos a escribir en los tiempos ominosos con ciertas claves, que llegaron a ser comprensibles para muchas personas; estoy aprendiendo ahora a leer con las claves con que escriben los que meten su semántica en los juegos de 'democracia', 'libertad', 'orden', 'antiterrorismo' y algunas más: los que llaman pueblo a lo que no lo es.

Dicho esto, convendría añadir que no sabemos a qué se ha comprometido Chávez con los militares que le son fieles, qué deudas tiene ahora con el pueblo que le ha vuelto a sentar en el sillón presidencial, qué atentado más fuerte le puede caer encima y qué hay de verdad en las noticias del día.

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