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Crítica:POESÍA
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fragmentos de un diálogo

Decía Roman Jakobson que la poesía es por definición intraducible y que sólo es posible la 'transposición creadora' de una forma poética a otra. Sea o no poeta, el buen traductor de poesía ejerce siempre en su oficio, por tanto, una labor poética. Creo que es desde esta perspectiva desde la que hay que entender la afirmación de José Ángel Valente, citada en el prólogo a este Cuaderno de versiones, de que se consideraba más traditore que traduttore. Traducir para Valente es traicionar no el texto original, sino un concepto y una práctica de la traducción. La fidelidad es, por tanto, otra: ser fiel al poema, a su libertad y a la estructura honda que lo sustenta, y traicionar, así, una idea de la traducción que sujeta en exceso, al traductor y al poema, a la literalidad. En ese sentido, la peor traición del traductor -y por desgracia casi siempre la más frecuente- no es faltar a la literalidad del texto, sino, precisamente, a la poesía, que desaparece del poema si en el proceso de traducción no se da esa necesaria, y a la vez tan difícil, transposición creadora de la que hablara Jakobson.

CUADERNO DE VERSIONES

José Ángel Valente

Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg. Barcelona, 2002

444 páginas. 19 euros

La publicación de Cuaderno de versiones, de José Ángel Valente, es sin lugar a dudas un acontecimiento editorial de primer orden. El libro reúne en más de cuatrocientas páginas todas las traducciones de poesía realizadas por Valente desde los inicios de su trayectoria literaria hasta sus últimos años de vida. Importante subrayar que la aparición de Cuaderno de versiones no es un hecho aislado ni una feliz casualidad, sino el fruto de una magnífica labor llevada a cabo durante estos últimos años por la colección de poesía que lo edita y por su responsable, Nicanor Vélez Ortiz. Labor encomiable tanto por la calidad literaria y la coherencia de fondo de su planteamiento como por la seriedad crítica y el cuidado textual y tipográfico con los que se aborda cada nuevo proyecto.

Compilado e introducido con

rigor y claridad por Claudio Rodríguez Fer, el libro reúne versiones de textos de John Donne, John Keats, Gerard Manley Hopkins, Robert Duncan, Eugenio Montale, Constantino Cavafis, Friedrich Hölderlin, Paul Celan y Edmond Jabès, entre otros. Sólo por la nómina de poetas y por la calidad de las traducciones, el volumen es una verdadera joya para cualquier amante de la poesía. Sin embargo, el libro es mucho más que una recopilación de traducciones. Con excelente criterio, Cuaderno de versiones incluye también los textos que en su día acompañaron a las traducciones de los poemas; textos críticos o poéticos no sólo de su traductor, sino también escritos teóricos del propio poeta traducido o de otros escritores. El libro logra de este modo una coherencia interna, un diálogo entre los poemas traducidos y los textos que los preceden, una unidad secreta, como si la voluntad de su autor estuviese presente en su estructura. Cuaderno de versiones respeta así la concepción que Valente tenía de la traducción como 'lectura' -no estará de más recordar que al libro que reunía sus versiones de Paul Celan lo tituló Valente Lectura de Paul Celan. Fragmentos- y dibuja en sus páginas una trayectoria personal y un diálogo con la poesía, paralelos a toda la obra literaria de su autor. Las palabras que en su día Valente escribió como prólogo a sus versiones de Paul Celan son fiel reflejo del espíritu que hoy da unidad a este libro: 'Las presentes versiones son resultado breve de un demorado diálogo, de un movimiento de irremediable aproximación o filia'.

En la obra de José Ángel Valente, las barreras entre géneros literarios se desmoronan. Su poesía, su obra ensayística o su labor como traductor nacen de un único centro, del núcleo más hondo de la experiencia poética, forman parte de un solo proceso de creación. Asistimos a lo largo de su trayectoria literaria a una lectura de la tradición, a un diálogo con la poesía que afecta a toda su escritura en sus distintas manifestaciones. Valente llega incluso a lo que podría parecer una 'apropiación' del texto admirado, al incluir versos o versiones de otros poetas como parte de su propia poesía, y eso es así desde el primer poema de su primer libro, y ya en su título, tomado de Quevedo: 'Serán ceniza...'. José Ángel Valente lee desde su núcleo más íntimo, y hace así 'suya', tanto la palabra poética de Quevedo como la de John Donne, la de san Juan de la Cruz como la de Friedrich Hölderlin. 'El poema en la lectura', escribió Valente en un aforismo, 'se hace de nuevo, una y otra vez, material del fondo'. Traducir o leer es para el autor de Paisaje con pájaros amarillos descender a ese fondo, al manantial oscuro de donde brota hacia la luz la palabra poética.

Sólo la poesía traduce a la poesía. Valente forma parte de la estirpe de los poetas traductores, y su nombre ha de ponerse, por derecho propio, junto a los de Luis Cernuda, César Moro, Octavio Paz o Jaime García Terrés. Escritores para los que la traducción es ante todo un acto de experiencia poética, poetas que, como quería Paul Celan, también al traducir 'van con todo su ser al lenguaje'. Cuaderno de versiones es el resultado fecundamente breve de una privilegiada lectura. Fragmentos salvados de un hondo y demorado diálogo con la poesía de uno de los grandes poetas españoles de nuestro tiempo.

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