El ex ministro argentino Cavallo ingresa en prisión por contrabando de armas

Llegó de buena mañana al edificio de los tribunales federales de Buenos Aires, sonriente y confiado de que se trataba de un trámite más. Una hora más tarde, su expresión cambió radicalmente. Domingo Cavallo salió del edificio a bordo de una camioneta policial que le trasladó, esposado, a la Gendarmería Nacional, donde le tomaron las huellas dactilares. El ex ministro de Economía en los Gobiernos de Carlos Menem (peronista) y Fernando de la Rúa (radical) está detenido desde ayer por su presunta responsabilidad en el contrabando de armas a Croacia y Ecuador entre 1991 y 1995.

En una causa paralela fue detenido y procesado el ex presidente Menem, que pasó cinco meses y 13 días en arresto domiciliario, hasta que la Corte Suprema ordenó su puesta en libertad. 'Cavallo está muy bien de ánimo y con la conciencia totalmente tranquila, porque no ha hecho nada', dijo el diputado y amigo del detenido Guillermo Cantini, que no ocultó su sorpresa por la detención, que atribuyó a 'razones políticas'. La decisión del juez Julio Speroni tiene que ver con la firma que el ex ministro estampó en los decretos que permitieron la salida de Argentina de 6.500 toneladas de armas por un monto de 100 millones de dólares (1,1 millones de euros), que fueron a parar a dos países sobre los que pesaba el embargo militar de Naciones Unidas. Croacia estaba inmersa en la guerra de la antigua Yugoslavia, y Ecuador estaba enfrentado con Perú en un conflicto fronterizo del que Argentina era garante según el Protocolo de Río.

Los problemas de Cavallo con la justicia comenzaron en 1996 cuando dejó su puesto de ministro de Economía en el Gobierno de Menem. Su situación puede empeorar en las próximas semanas, cuando empiecen a ventilarse diversas causas judiciales en su contra. El 25 de abril deberá comparecer para prestar declaración indagatoria ante el juez Jorge Ballestero, que investiga las presuntas irregularidades cometidas durante el megacanje de bonos de la deuda externa, el año pasado.

Cavallo había sido investigado por el desvío de armas cuando la causa estaba dividida en tres juzgados. Desde fines de 2001, el juez de lo Penal Económico Speroni instruye la causa unificada. En la ampliación de las declaraciones indagatorias, el magistrado citó al ex ministro y tomó la decisión inédita de ordenar su arresto inmediato, sin esperar los 10 días que fija el Código Procesal. En los casos anteriores del ex ministro Erman González y el general Martín Balza, ex jefe del Ejército, el juez agotó el plazo antes de enviarlos a prisión.

Cavallo ocupa una habitación de tres por tres, que alojó a Erman González. El ex ministro de Economía dedicó el primer día de detención a hablar por su teléfono móvil, escribir en su ordenador portátil -dispone de conexión a Internet- y ver la televisión. En las mismas dependencias por las que pasaron altos funcionarios menemistas cumplen arresto Enrique Mathov, ex jefe de Seguridad Interior del Gobierno de De la Rúa, detenido por la brutal represión policial del pasado 20 de diciembre; el juez Hernán Bernasconi, y el asesino del general chileno Carlos Prats, muerto en un atentado en Buenos Aires después del golpe de Pinochet.

El Gobierno del peronista Eduardo Duhalde rehusó comentar la detención de Cavallo, y tanto en la Casa Rosada como en la residencia presidencial de Olivos guardaron un mutismo total. Quien sí habló fue el general Balza, quien pasó varios meses detenido por contrabando de armas. El ex jefe del Ejército señaló que 'ahora que la causa pasó al fuero penal económico, adquirió la seriedad que siempre tuvo que tener'. El militar recordó que siempre le sorprendió que Cavallo nunca hubiera sido llamado a declarar. Por su parte, la diputada opositora Elisa Carrió no ocultó su 'inmensa alegría' por la detención del ex ministro y expresó su confianza en que avance la causa por el megacanje de títulos de deuda y la denuncia por 'traición a la patria'.

El arresto de Cavallo se produjo un día después de que el ex presidente De la Rúa hiciera su primera comparecencia ante la justicia, para declarar sobre la represión policial en Buenos Aires el mismo día de su dimisión. El antiguo mandatario, que sin duda será citado nuevamente a declarar, dirigió duras críticas a peronistas y radicales.