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Un estudio demuestra que las gotas son tan eficaces como el parche contra el 'ojo vago'

La ambliopía afecta a un 3% de los niños y es el trastorno visual infantil más frecuente

Un estudio del Instituto Nacional Ocular de EE UU ha descubierto que las gotas de atropina (fármaco que dilata la pupila), administradas una vez al día para tratar la ambliopía u ojo vago -la causa de trastorno visual más frecuente en los niños- es tan eficaz como el tratamiento habitual de poner un parche en el ojo. La importancia de los resultados de este estudio radica en que, cuando el parche no es bien tolerado por el niño, las gotas pueden ser una alternativa.

'Estos resultados son esperanzadores, porque para algunos pacientes de ambliopía las gotas son una alternativa atractiva a la terapia del parche', afirma Scott Lambert, oftalmólogo pediátrico del Emory Eye Center de EE UU y uno de los autores del estudio. 'Las gotas son ciertamente más fáciles de administrar que tratar de poner un parche a pacientes jóvenes que quizá acudan a la guardería o que pueden ser alérgicos al adhesivo del parche. Además, son una alternativa para los niños mayores, que pueden sentirse discriminados si llevan un parche', dice.

El tratamiento del trastorno visual es más eficaz cuando se inicia antes de los siete años

La ambliopía se caracteriza por un ojo, por lo demás sano, que trabaja menos debido a que el cerebro ha aprendido a favorecer al otro ojo. Aunque el ojo con ambliopía parece normal, hay una interferencia con el procesamiento visual normal que limita el desarrollo de una porción del cerebro responsable de la visión. Las causas más comunes de la ambliopía son un mal alineamiento de los ojos (bizquera) o significativas diferencias de error refractivo, tales como hipermetropía y miopía, entre los dos ojos. La ambliopía suele producirse en la primera infancia o en la niñez. Se calcula que hasta un 3% de los niños tienen un cierto grado de disfunción visual por ambliopía.

El tratamiento de esta alteración es más eficaz cuando se inicia en niños menores de siete años. La respuesta en niños de mayor edad es menos eficaz. La mayoría de los oftalmólogos tratan la ambliopía colocando un parche adhesivo opaco para tapar el ojo no afectado. Esto obliga al niño a utilizar el ojo ambliópico, lo que estimula la visión en este ojo y ayuda a la parte del cerebro que rige la visión a desarrollarse más completamente.

Sin embargo, a muchos niños no les gusta su aspecto con el parche, se sienten acomplejados y no cooperan plenamente, lo que puede conducir a un abandono del tratamiento. Además, el parche obliga al niño a utilizar un ojo con mala visión, lo que a menudo dificulta el seguimiento del tratamiento.

A no ser que se trate adecuadamente en la niñez, la ambliopía se mantiene normalmente en la edad adulta y es la causa más común de visión monocular (un solo ojo) entre los niños y los adultos jóvenes y de mediana edad. En consecuencia, es crucial el cumplimiento del tratamiento.

La atropina, al dilatar la pupila, nubla temporalmente la visión del ojo no afectado, forzando de esa manera a utilizar el ojo ambliópico. Esto fortalece y mejora la visión. La ventaja del tratamiento con atropina es la facilidad de aplicación: basta que los padres echen una gota en el ojo del niño una vez al día. Con un parche, deben cerciorarse de que el niño lleve el parche durante seis horas o más al día durante semanas o meses.

En el estudio, publicado en el número de marzo de Archives of Ophtalmology, se asignó la utilización del parche a 215 niños elegidos al azar, y el tratamiento con atropina, a otros 204. Los investigadores descubrieron que entre los niños que llevaron parche, el tratamiento resultó eficaz en el 79% de los casos, y en el grupo tratado con atropina, en el 74%. Esta diferencia es clínicamente insignificante. Aunque los investigadores descubrieron que el ojo ambliópico mejoraba más rápidamente en el grupo al que se aplicó el parche, a los seis meses, la diferencia entre los dos grupos era pequeña y no significativa.

Los niños tratados en el estudio serán objeto de seguimiento hasta abril de 2003, lo que permitirá a los investigadores descubrir si a más largo plazo el tratamiento de la ambliopía tiene más ventajas sobre el parche.

Un niño, con el tradicional parche en un ojo para tratar la ambliopía del otro ojo.
Un niño, con el tradicional parche en un ojo para tratar la ambliopía del otro ojo.MANOLO S. URBANO

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