El endeudamiento municipal es aún de 657,5 millones de euros pese a descender un 11%

El endeudamiento en los 250 municipios del País Vasco disminuyó un 11% durante 1999 aunque todavía totaliza 657,5 millones de euros, según el último informe del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas. El documento fiscalizador resalta el aumento de la presión fiscal en un 4,5%, una cifra inferior a la de los dos últimos ejercicios, en los que ascendió un 10%. El Tribunal Vasco de Cuentas destaca la disminución de la deuda en Guipúzcoa en un 15%, un dato que achaca al aumento de la carga financiera en este territorio en 28 euros por habitante.

El organismo auditor considera positiva la evolución de las cuentas municipales de los 250 consistorios, dado el aumento de los ingresos totales en un 7,49% y que el ahorro neto se incrementó en un 13%. Los 657,5 millones de euros de endeudamiento total municipal durante 1999 suponen 313 euros por habitante, 40 euros menos que en 1998. Este dato confirma la bajada que se apuntó en el anterior informe.

El análisis revela que la deuda por habitante es creciente en función de la población de los municipios 'a excepción del estrato que comprende los ayuntamientos entre 20.000 y 50.000 habitantes, en el cual existe una deuda por habitante inferior al de los ayuntamientos con población entre 10.000 y 20.000 habitantes. Esta situación se genera por la menor deuda de Leioa, Durango, Sestao y Galdakao'.

El documento fiscalizador constata que el 47% de los consistorios con menos de mil vecinos, el 8% de los que tienen entre 1.000 y 5.000 residentes y el 4% de los municipios con una población de entre 5.000 y 10.000 habitantes carecían de endeudamiento en 1999. Señala que 12 municipios están en peor situación financiera, debido a las dificultades para devolver sus deudas. Todos ellos están en Vizcaya y Guipúzcoa: Bilbao, Balmaseda, Carranza, Artea y Etxebarria, como vizcaínos, y los guipuzcoanos de Renteria, Deba, Bergara, Urnieta, Oñati, Pasaia y Zumarraga.

Vitoria, más saneada

En cuanto a las tres capitales, la peor situación se localiza en San Sebastián, con una deuda de 536 euros por habitante, y Bilbao, con 522 euros. Vitoria presenta un estado más saneado, con una deuda de 158 euros por cada vecino.

Al analizar la situación por territorios, el organismo auditor revela que los gastos en el País Vasco experimentaron 'un fuerte incremento' respecto a 1998, al superar en 30 euros por habitante el alza registrado en los ingresos.

'El incremento de los gastos se ha materializado fundamentalmente en aumentos del gasto corriente y de la inversión, destacando en este último aspecto Álava, en el que el aumento de la inversión es considerablemente mayor que en los otros dos territorios históricos', señala el informe.

Sobre los ingresos totales, que crecieron un 7,5% en el ejercicio de 1999, el Tribunal de Cuentas explica este incremento por la mejora en la participación de los ayuntamientos en los tributos concertados.

El estudio de 1999 refleja el cambio de tendencia en los grandes incrementos de la presión fiscal registrados en los años anteriores, que rondaron el 10%. En esta ocasión el alza ha sido del 4,5% y con carácter general el mayor pago de impuestos se localiza en los ayuntamientos de más población, 'situándose la media de ingresos obtenidos por impuestos, tasas y precios públicos en 57.890 pesetas por habitante [348 euros]'.

El informe analiza también el medio centenar de entidades supramunicipales existentes, que totalizan una deuda de 406,6 millones de euros. Sin embargo, es un nivel bajo ya que el 90% de esta cantidad, 368 millones, corresponde al Consorcio de Transportes de Bizkaia, lo que se explica por el hecho que financia las obras del metro de Bilbao. Esta inversión, que disminuyó en 1998, se incrementó de nuevo en 1999 por las obras de la línea de la Margen Izquierda, que entrará en servicio el próximo 13 de abril.

El Tribunal considera que las entidades surpramunicipales presentan una 'situación financiera razonablemente saneada' excepto en cinco casos. Sin embargo, lanza una recomendación a estos organismos, que reciben gran parte de su financiación de los municipios que los componen para que 'calculen el coste de los servicios prestados y repercutirlos en forma de precios a los entes asociados. De esta forma los superávits o déficits indicarán la eficiencia o ineficiencia en la prestación de los servicios'.