_
_
_
_

La V edición del Circuit de Barcelona cierra con la confirmación de los nuevos talentos

El salón de moda joven y artes alternativas Circuit, celebrado en Barcelona, carece aún de una buena logística organizativa, si bien estos fallos se compensan parcialmente con la atinada selección de participantes, salvo escasos y comprensibles baches.

La urgencia de mostrar los procesos creativos y la emergencia de la contaminación interdisciplinar como algo mucho más importante que el aparente gesto cosmopolita han sido la tónica dominante, con efervescentes demostraciones de creatividad, justas interpretaciones de tendencias y nombres a los que hay que seguir muy de cerca. Ahora todo el sector profesional espera la anunciada, y no concretada hasta hoy, fusión del Circuit con el Salón Gaudí.

La jornada de clausura fue la mejor, aunque en las otras también hubo temas y firmas de interés donde se hizo realidad el postulado básico de este Salón: la fusión entre moda, música de vanguardia y arte. No será fácil olvidar el empaque, originalidad y buena factura de Locking Shocking (jarretas radiales, esclavinas cortas, levitas sastre y mangas victorianas); de Gabriel Torres (su desestructuración y evocación sutil de Gigli y Yamamoto) o la exposición Lucky Strike Desing, donde se pone en practica un mecenazgo sin servidumbres y en la que destacaron las propuestas de Josep Abril, Spastor, Paulinha Río y David Delfín.

Abrió la jornada del sábado la alemana radicada en BarcelonaHergenhanhn, con una deliciosa puesta en escena y una coherente colección de jerséis abrigones a base de merino en una estricta gama del negro al béis. A continuación vino una de las sorpresas de este Circuit: Fenersí Venersí, en lo que puede entenderse como un debú a lo grande con una serie de prendas muy actuales, técnicas y poéticas a la vez, asociando terciopelo con tejidos químicos con cierta perversidad neogótica. Capuchas, integrados de chándal, oro estampado, pantalones indios de Madrás y algún golpe trash hacen del concepto de este dúo formado por un croata y un barcelonés un hallazgo. Rafael López, talentoso murciano tamizado por Londres, dividió al auditorio con piezas algunas sublimes y otras ridículas.

Cerró brillantemente David Delfín, con un admirable recital de estilo, madurez y limpieza. Mostró una colección vertical con enorme soltura y originalidad. Hubo bailarines, una rapera, mimos, rockeros duros y hermosas modelos con el mejor maquillaje de los vistos en perfecto acorde con la geometría espartana de su línea de patrón.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_