El belga Harry Gruyaert retrata en color la magia de Marruecos
La Fundación Carlos de Amberes ofrece una exposición itinerante
El fotógrafo belga Harry Gruyaert (Amberes, 1941), miembro de la agencia Magnum desde 1981, presenta una selección de 54 imágenes en color sobre Marruecos, país que visita desde hace 20 años para capturar su magia. La Fundación Carlos de Amberes, de Madrid (Claudio Coello, 99), presenta hasta el 14 de abril el Marruecos de Gruyaert, que después visitará varias ciudades del país retratado y España.
'Éste es mi Marruecos, donde me dejo sorprender por los colores y la atmósfera, sin pretender levantar acta de su situación actual', declaró Harry Gruyaert en la presentación de sus fotografías sobre Marruecos. La exposición, organizada por la Fundación Carlos de Amberes y la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, con la colaboración de Magnum Photos y el patrocinio de la Junta de Andalucía, viajará después a varias ciudades de Marruecos, Sevilla, Málaga, Barcelona, Jaén, Córdoba, Granada y Almería.
Bernardino León, director de la Fundación Tres Culturas del Mediterráneo, señaló que en algunos centros se harán actividades paralelas, como en Sevilla, con el seminario Marruecos: tradición y cambio, con objeto de ampliar el conocimiento sobre la realidad de ese país.
Harry Gruyaert visita con frecuencia Marruecos, en un trabajo profesional que le ha llevado también a Egipto, India, Vietnam, Oriente Próximo, Yemen, China e Italia. Premio Kodak de la crítica fotográfica en 1976, sus últimos libros publicados se centran en Bélgica, Egipto y Marruecos, con otros reportajes sobre Madrid y Santiago de Compostela. En la actualidad, reúne imágenes de zonas marítimas.
Impresiones
'Esto no es mi país, las fotos hablan de otro planeta; es un Marruecos tópico y no aparece la parte moderna', afirmó un periodista marroquí durante la presentación.'El arte me atrae más que la parte informativa. No me planteo hacer un reportaje sobre la actualidad. Mi aproximación es la de un artista', contestó Gruyaert. El fotógrafo defiende su Marruecos, el que se deja impresionar por su máquina abierta a todos los colores. 'Desde el primer momento me cautivó el orden de las cosas y la vida en el campo'.
Las obras de la exposición, con copias de revelado normal sin tratamiento digital, recogen distintos viajes, aunque la mayoría están fechadas en los años ochenta. El montaje de las fotos atraviesa la antigua iglesia, donde se muestra El martirio de san Andrés, de Rubens, con las gentes, ciudades y paisajes del Gran Atlas, Marraquech, Essauira, Chaouen, Fez. Con frecuencia aparecen mujeres tapadas. 'Esta manera de ocultarse otorga una gran fuerza visual a la persona; es el efecto de un cuerpo sin cara, reducido a puro volumen, como las obras de Christo'.
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