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Reportaje:

Margaret Thatcher se calla para siempre

La 'Dama de Hierro' anuncia que no hablará más en público tras sufrir varias pequeñas trombosis cerebrales

La ex primera ministra Margaret Thatcher ha sufrido numerosas minitrombosis cerebrales y, por prescripción facultativa de sus médicos, renuncia a hablar en público en el futuro.

La política británica ha perdido una de sus voces más polémicas: la de Margaret Thatcher. La ex primera ministra conservadora, que 12 años después de dejar Downing Street sigue generando polémica en cuanto abre la boca, ya no lo hará nunca más en público.

La baronesa, de 76 años, anunció ayer que, muy a su pesar, ha decidido seguir el consejo de sus médicos y reducir sus actividades. No hablará nunca más en público para evitar los 'innecesarios' trastornos que le acarreaba la preparación de sus discursos.

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Los primeros problemas de salud de la ex primera ministra trascendieron poco después de Navidad, cuando se supo que había sufrido lo que se describió entonces como una 'minitrombosis cerebral', mientras pasaba unos días de vacaciones en Madeira. La Dama de Hierro celebraba con su marido, sir Denis, las bodas de oro de su matrimonio. Esas pequeñas trombosis se han repetido a menudo desde entonces y se han convertido en un problema, que no se puede 'ni predecir ni prevenir', según han reconocido los médicos.

Por este motivo le han recomendado recortar su programa de trabajo y, sobre todo, evitar la fatiga que le producen sus intervenciones públicas. Los medios británicos creen que el año que viene se retirará de toda actividad pública.

Thatcher, que el martes suspendió todas sus apariciones públicas al sentirse enferma, ha renunciado también a viajar a las islas Malvinas, escenario de una de sus mayores hazañas, adonde había sido invitada para celebrar el 20 aniversario de la victoria del Reino Unido sobre sus invasores argentinos. Los médicos aseguran que los pequeños ataques cerebrales que ha sufrido la baronesa no han dejado ninguna secuela. No obstante, la prensa asegura que tiene problemas de concentración, de memoria y de oído.

Aunque triste, porque refleja el declive físico de la que fuera Dama de Hierro, en el fondo su retirada definitiva no deja de ser una excelente noticia para el actual líder conservador, Iain Duncan Smith. El silencio de Thatcher ayudará a ensalzar la verdadera dimensión de su figura, ironizó ayer Michael Dobbs, un ex vicepresidente tory.

No suma votos

La influencia de Margaret Thatcher en el partido y entre los militantes sigue siendo enorme, pero casi nunca ayuda a sumar votos. La ex primera ministra se ha hecho cada vez más conservadora y más antieuropea con la edad y ha mantenido el gusto por las súbitas y arrolladoras intervenciones públicas en la política británica.

En las pasadas elecciones generales bastó una destemplada aparición de la baronesa, arremetiendo contra el euro, para centrar toda la campaña conservadora en un inoportuno y nada rentable debate sobre la moneda europea y una patética defensa de la libra.

Mientras el candidato conservador William Hague hablaba contra el euro, el laborista Tony Blair desgranaba su rosario de promesas para mejorar los servicios públicos, el problema que de verdad preocupa a los británicos. Blair renovó su mayoría absoluta, Hague perdió el liderazgo del partido y Thatcher siguió maquinando contra Europa.

La baronesa ha perdido la voz, pero no la pluma. La semana pasada volvió a agitar las aguas políticas con uno de sus más radicales gritos contra Europa en forma de libro.

Thatcher, que no podrá defender sus tesis en público, no sólo reniega del euro para siempre, sino que defiende una renegociación de los términos de la adhesión del Reino Unido en la Unión Europea que significarían de hecho una retirada.

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