Las resistencias a la terapia del sida se sitúan entre el 7% y el 12%
Las resistencias al tratamiento antirretrovírico de la infección por VIH (virus de la inmunodeficiencia humana), los efectos secundarios de los fármacos y la dificultad de la adherencia terapéutica son los principales problemas que plantea en los países desarrollados el manejo de los pacientes infectados por el VIH. Así lo reconocieron los cerca de 2.000 expertos de todo el mundo convocados la semana pasada en Cáceres en la reunión anual de la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (Seisida).
Las resistencias que presenta desde los últimos seis años el VIH a las actuales terapias antirretrovíricas, debidas principalmente a la gran mutabilidad del virus y a una mala adherencia al tratamiento, se siguen manteniendo del 7% al 12%, según los fármacos empleados, las diferentes regiones geográficas y las distintas épocas en que se estudia. Esa tasa tan variable se observa en el conjunto de los países oocidentales, en donde no hay problemas político-económicos para la asistencia a los pacientes con VIH; entre ellos, España, como demostró a finales de los años noventa el estudio Erase, realizado por el Instituto de Salud Carlos III de Madrid, en colaboración con los hospitales públicos Virgen Macarena de Sevilla y Germans Trias i Pujol de Badalona (Barcelona).
El mal cumplimiento terapéutico sigue siendo la principal causa de resistencias
Stefano Vella, presidente de la International AIDS Society, destacó algunas de las razones por las que el VIH puede hacerse resistente, como es la capacidad de este microorganismo para desarrollar mutaciones genéticas, que además generan resistencias cruzadas a varios medicamentos de un mismo grupo terapéutico, la no observancia estricta de las pautas del tratamiento, la supresión de alguno de los fármacos, una adherencia muy irregular y el abandono de la medicación.
'Tanto la práctica clínica como diferentes estudios reglados', indicó Vella, 'muestran que para que la terapia antirretrovírica alcance el éxito deseado es necesaria una adhesión estricta del 90% o 95%, es decir, prácticamente total. Sin embargo, las dificultades que entraña el seguimiento de este tratamiento, por su prolongación en el tiempo, las múltiples pastillas que el paciente debe tomar diariamente y las situaciones en que las pautas deben seguirse, ya sea en ayunas o con las comidas, así como algunos de los efectos secundarios, hacen que el perfil de este paciente no sea el de un cumplidor muy disciplinado'.
Como apunta el internista Alejo Erice, los mecanismos de resistencia del VIH son sumamente complejos y esto 'complica notablemente el tratamiento'.
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