Neoliberalismo frente a cohesión social durante la campaña
El presidente del Partido Social Demócrata (PSD, de centro-derecha), José Manuel Durão Barroso, ha defendido durante la campaña el neoliberalismo económico y el apoyo incondicional a las empresas, mientras el líder socialista, Eduardo Ferro, apoya la recuperación económica pero sin perder la cohesión social.
El presidente del centro-derecha dice que 'Portugal necesita un relanzamiento de la economía y un régimen fiscal atractivo para las empresas que, posteriormente, permita el aumento de los salarios, las pensiones y unos servicios públicos con mayor calidad'. A su juicio, 'la situación más grave del país no es la crisis financiera ni la crisis política, sino la crisis de confianza; es necesario restablecer la confianza de las empresas para relanzar la economía. Sin empresas saludables no hay economías saludables'.
Por su parte, el secretario general de los socialistas ha postulado durante la campaña: 'Es necesario mejorar la competitividad de las empresas, la Administración pública o la justicia, así como implantar una cultura de la eficacia que, a veces, está un poco ausente en Portugal. Pero todo ello es necesario sin olvidar la cohesión social. Es necesario mejorar el sistema de protección social, dado que aún existen muchos problemas de pobreza y desigualdad, e impulsar la calidad de vida de los portugueses'.
El fraude fiscal
Durão Barroso ha prometido una polémica reducción de impuestos para las empresas y las personas con mayores rendimientos, cuando el país se enfrenta a un serio déficit público. Además, se desconoce de dónde saldrán los fondos que compensen esa reducción de ingresos. Tras varias dudas y contradicciones, parece que podrían ser subsanados por un eficaz combate al fraude y la evasión fiscal, una epidemia en el país. Durão Barroso anunció también que aplazaría dos de los grandes proyectos socialistas: el nuevo aeropuerto de Lisboa y el tercer puente sobre el Tajo. Pero nadie entiende la pérdida de esos fondos comunitarios, que no pueden ser desviados para otros fines.
Por su parte, Ferro Rodrigues ha arremetido contra las promesas demagógicas de Durão, su visión catastrofista del país y la campaña del miedo lanzada en los últimos días para arañar votos. Ante la posibilidad de una mayoría de izquierdas en el Parlamento, Durão amenazó con los fantasmas del paro, la bajada de los pensiones y la llegada de los comunistas. Incluso reclamó el voto para las conservadores ante el previsible estallido de una nueva guerra mundial. Ante esas advertencias, Ferro respondió en unos casos con ironía y en otros con rotundidad: 'Es inaceptable que para conquistar votos se recurra al miedo'.
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