Los Quince se proponen gastar un 3% de su PIB en investigación

Los máximos dirigentes de la Unión Europea recogieron ayer en Barcelona el guante que, a principios de esta misma semana, les lanzaron sus ministros de Investigación en favor de un compromiso para invertir más en Investigación, Desarrollo e Innovación (I+D+I).

Si los Quince llevan años repitiendo que lo harán, por primera vez se han fijado un objetivo concreto de inversión en uno de los campos que mejor explica la desventaja competitiva de Europa respecto de Estados Unidos: un 3% de su PIB en 2010.

Es un paso político que se completó con el compromiso de mejorar el dominio de idiomas en las escuelas, ya que, desde una edad muy temprana, los niños deberán aprender al menos dos lenguas extranjeras.

El gasto actual de la UE es del 1,8%, y su nueva meta la situará dentro de ocho años se situará en un nivel comparable al que ya tiene hoy EE UU (2,8%). Dos tercios del nuevo esfuerzo lo harán las empresas privadas.

La cumbre sí patinó en la patente comunitaria flexible y barata que, según lo acordado en Lisboa, debería existir desde 2001. El único acuerdo en Barcelona ha consistido en pedirle al Consejo 'un enfoque político común' cuando se reúna en mayo.

Biotecnología

A propuesta de los Quince, que se proclaman dispuestos a sacar adelante el VI Programa Marco de Investigación durante la presidencia española, la Comisión preparará un calendario y medidas que permitan a las empresas europeas explotar el potencial de la biotecnología, aunque con 'prudencia' y respondiendo a las 'inquietudes de orden ético y social'.

La UE quiere también llegar a 2005 con un uso generalizado de las comunicaciones de banda ancha, que hoy es sólo del 6%, y el desarrollo del protocolo Internet IPv6.

Los países comunitarios se comprometen también, para dentro de un año, a que sus escuelas tengan un ordenador conectado a Internet por cada 15 alumnos. El nivel de conexión actual de las escuelas es del 89%, cuando según la cumbre de Lisboa ya debería ser del 100%.

Los Quince también prometieron fomentar el uso de plataformas abiertas que den libertad de elección a los ciudadanos para acceder a aplicaciones y servicios de la Sociedad de la Información a través de la televesión digital y de la telefonía móvil UMTS.

La Comisión deberá presentar en tres meses un informe sobre los obstáculos que ahora dificultan dicho acceso y sobre los que explican que sólo un 4% de europeos compren por Internet.