Humanitarismo selectivo
Me ha parecido muy bien la ayuda a los cubanos refugiados en Barajas aprovechando una escala; muy mal, la devolución de unos ecuatorianos. El diccionario político de la autoridad dice, en el primer caso, que se trata de motivos humanitarios, y los comentaristas oficiales y oficiosos dicen que no es asilo político. La razón está clara: España no suele reconocer asilos políticos porque no quiere que ningún español fugado se ampare en esa palabra, comenzando con que en su gramática no hay ninguna razón para que escapen refugiados políticos. Yo tengo otra comprensión del idioma, creo que tenemos asesinos políticos y que el asesinato político es peor que otros: el social, el pasional, por ejemplo. Sobre todo, si relaciono la aceptación de los cubanos porque los motivos humanitarios se relacionan allí con el régimen comunista, y en Ecuador no. Son hambres, carencias, enfermedades distintas: en democracia de urnas no hay cuestión humanitaria. Estoy también al lado de la protección de nuestro embajador en China a los 25 coreanos del Norte que se refugiaron; los han enviado a Corea del Sur. El hambre en el Norte es ya histórica; en el Sur también lo es la dictadura, pero es de las nuestras, que siempre son mejores. El dictador de Corea del Norte es, claro, comunista, está bloqueado y forma parte del 'eje del mal' según Bush. Una crónica de aquí, de casa, describe al tirano, Kim Jong, con estas palabras: 'Ignorante, borrachín, mujeriego e idiotizado por su padre'. Me ha hecho gracia lo de 'mujeriego', que ya no se empleaba, y se suele decir 'adicto al sexo', pero sobre todo me interesa lo de 'idiotizado por su padre', porque me parece una diatriba contra las dinastías y las carreras políticas endogámicas: aquí hay en el Gobierno nueve personajes con padres y abuelos en la política de la derecha, y deberíamos contar los que los tenían en la izquierda y lo eran ellos mismos, porque de esa idiocia han sabido salir ellos solos.
Creo que nuestro humanitarismo es selectivo, como lo son los asesinatos de Sharon, que se distingue de Milosevic en que éste fue comunista, y me parece mal. Los que llegan en pateras, atraviesan desiertos, se esconden en barcos y camiones y se congelan en los aviones no tienen la suerte de venir de regímenes comunistas, y eso les evita ser tratados como entes humanos y por lo tanto derrochar sobre ellos nuestro humanitarismo. Hay que acoger a todos.
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