Recital Kingsley

Primera realización profesional de un director de videoclips, Jonathan Glazer, que para nuestra fortuna se dejó sus rutinas de trabajo para mejor ocasión; producción del hábil Jeremy Thomas, Sexy Beast es una película de factura discreta, una peripecia moral protagonizada por un antiguo gánster británico (Winstone) refugiado en la Costa del Sol disfrutando de la vida, que, como suele ser norma en estos casos, verá trastabillar su mundo ante la presencia de su antiguo jefe (Kingsley).

Ben Kingsley aterriza en la ficción y le basta con una secuencia memorable para impregnar la retina del espectador. Su caracterización de gánster hiperviolento, artero y despiadado desprende tal fuerza, eleva hasta tan inaguantable punto el voltaje interior de la trama que termina por convertirse en el más imperecedero reclamo del filme, electrizante presencia que pasa por encima de lagunas, baches narrativos, parquedad de acontecimientos para convertirse en la base misma de la película: un trabajo de maestro.