Chirac propone un presidente, una policía y un Ejército europeos

La Unión Europea debe contar con un presidente, elegido por los miembros del Consejo, una policía y un Estado Mayor de planificación y dirección de operaciones militares que no sea 'tributario de la OTAN'. Éstas son algunas de las propuestas desgranadas por el presidente de Francia, Jacques Chirac, durante un acto de la campaña para su reelección, celebrado ayer en Estrasburgo.

'Que no se engañe nadie', argumentó Chirac, 'Europa no contará en el mundo más que si dispone de verdaderas capacidades militares', momento que aprovechó para alancear al Gobierno de su adversario, el socialista Lionel Jospin, por 'las restricciones que ha impuesto al presupuesto de Defensa desde hace cinco años'. Chirac afirmó que ha intervenido 'varias veces', sobre todo con el canciller Gerhard Schröder, para 'afirmar el estatuto' del Alto Representante de la UE para Seguridad y Política Exterior (en la actualidad, el español Javier Solana) y reiteró la necesidad de que él exprese la política exterior de los Quince. Pero a renglón seguido añadió que, sin esperar a que la UE defina completamente los ejes de su política exterior y los medios para ejecutarla, se permita a los Estados que lo deseen 'una concertación particular' para intervenir en operaciones militares.

El presidente-candidato lanzó tales propuestas precisamente el día en que decidió endurecer el tono de su campaña electoral, espoleado por su equipo, a todas luces inquieto por los últimos sondeos, que le dan como perdedor.

Para ello abandonó ayer el tono de estar por encima de todo y culpó también al Gobierno de 'no haberse atrevido' a tomar medidas contra la inseguridad ciudadana. La percha le fue facilitada días antes por el propio Jospin, quien confesó haber actuado de manera un tanto ingenua frente a la delincuencia, al creer que el descenso del paro incidiría en la mejora de la seguridad.

Grandes proyectos

En el mismo discurso, Chirac notificó que no cederá un ápice en la política agrícola común de la UE, de la que Francia es beneficiaria en gran medida; reiteró su promesa de bajar los impuestos sin poner en peligro el pacto europeo de estabilidad; defendió la 'armonización' de las legislaciones europeas en materia fiscal y de empleo, y el desarrollo de 'grandes proyectos industriales y tecnológicos', sobre la base de los modelos del constructor aeronáutico Airbus o la empresa aerospacial Ariane.

Chirac continúa creyendo en el eje franco-alemán como motor de Europa, pero reconoce que necesita 'un nuevo pacto fundador', para lo cual le parece una buena ocasión el 40º aniversario del tratado de amistad entre los dos países, que se cumplirá el año próximo.

El enfrentamiento electoral se produjo horas más tarde de que el Gobierno y el propio Chirac se encontraran normalmente en la habitual reunión semanal del Consejo de Ministros. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores, consultadas al margen de la campaña electoral, aseguraron a este periódico que tanto Chirac como Jospin acudirán a la cumbre de la UE en Barcelona, en una demostración de normalidad institucional que se producirá, no obstante, en plena refriega electoral entre los dos.