La Casa Batlló descubre sus secretos en la primera monografía dedicada al edificio

'Poco estudiada, poco comentada y poco explicada', así se refirió ayer el comisario del Año Gaudí, Daniel Giralt-Miracle, a la Casa Batlló en la presentación de la primera monografía dedicada a este emblemático edificio de Antoni Gaudí. El libro Casa Batlló (Triangle Postals), con fotografías de Pere Vivas y Ricard Pla y textos de Juan José Lahuerta, recorre con meticulosidad todo el edificio, desde el desván a las habitaciones privadas de sus propietarios en una edición acompañada de un CD-ROM que permite un completo paseo virtual por el mismo.

A pesar de su fachada, contemplada por cientos de personas cada día, la Casa Batlló -destacada construcción del modernismo situada en la llamada Manzana de la Discordia, donde se encuentran también la Casa Lleó y Morera de Domènech i Montaner, y la Casa Amatller, de Puig i Cadafalch- es todavía una desconocida para el gran público. El libro que ahora publica Triangle Postals pretende ofrecer una visión más detallista, completa y, en algún caso, insólita de su singular arquitectura. Esta información se complementará con motivo del Año Gaudí con la posibilidad de visitar públicamente la primera planta o planta noble y el patio y la fachada posterior, tal como anunció en la presentación del libro la propietaria de la casa, Nina Bernat. Las visitas empezarán a realizarse a partir del próximo mes de marzo.

El trabajo de estudio que recoge el libro es obra del profesor de historia del arte y de arquitectura Juan José Lahuerta, autor de distintas publicaciones sobre el arquitecto modernista y comisario de la exposición Universo Gaudí, que se presentará del 30 de mayo al 8 de septiembre en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) como una de las muestras centrales del Año Gaudí, que dará comienzo oficialmente el próximo 20 de marzo.

'Este libro me ha ofrecido la posibilidad de demostrarme que todavía era capaz de escribir sobre Gaudí sin que tuviera que repetirme', afirmó Lahuerta. Para Pere Vives, autor de las fotografías, junto a Ricard Pla, 'ha sido un trabajo complejo por la dificultad de fotografiar ciertos rincones. Los reflejos de las baldosas cerámicas de la fachada han requerido buscar un momento muy determinado del día para conseguir la luz apropiada'. Para Pla, una de las grandes sorpresas de este trabajo ha sido la oportunidad de fotografíar el desván de la casa.