Caso omiso

La anunciada apertura de una investigación interna para determinar qué ha ocurrido con las dietas cobradas por los antiguos ediles del GIL en el Ayuntamiento de Estepona ha quedado, con el paso de los días, en nada. No ha sido suficiente que el compromiso lo asumiera la presidenta regional del PP, Teófila Martínez. Sus propios compañeros en Málaga, con los que nunca ha mantenido buenas relaciones, se han encargado de hacer caso omiso a tal anuncio y, de paso, han dejado en ridículo a su máxima responsable en Andalucía.

No hay investigación que valga, viene a contestar el presidente provincial del PP malagueño, Joaquín Ramírez, a quien parece no importarle la herencia que asumen directamente al dar cobijo a lo más granado del GIL en la Costa del Sol, ni tampoco mantener las formas con sus superiores que, en este caso, vuelven a quedar en una comprometida situación.

Puede parecer increíble que Martínez se llegara a enterar, tal y como confiesa, por la prensa del problema surgido con sus ya concejales por haberse beneficiado éstos de suculentos pagos de dinero público por asistir a las comisiones municipales. No es la primera vez que ocurre, pero resulta lógico si se tiene en cuenta el poco apego que tiene la alcaldesa de Cádiz por las cuestiones orgánicas de su partido. Siempre ha sido así. Viene a considerar estos asuntos como algo más bien parecido a una pérdida de tiempo, por lo que confía su gestión al secretario general, Antonio Sanz, quien no puede disimular la sobrecarga de trabajo que soporta.

Así las cosas, esta actitud no la exime de ser ahora el blanco de todas las críticas al permitir unos hechos que, a la larga, vienen a restarle credibilidad democrática al PP, uno de los reproches más serios que se le puede hacer a una formación política. Si bien ya parece casi imposible reconducir el problema, lo cierto es que los populares se aprestan esta semana para soportar la embestida que les propinarán los socialistas, quienes están dispuestos a denunciar a la alcaldesa de Estepona, Rosa Díez, nada menos que por prevaricación, como supuesta encubridora de las actividades presuntamente irregulares de los cuatro tránsfugas del GIL que ahora gobiernan con ellos.

Todo sin dejar atrás el escaso valor que a partir de ahora cobra cualquier nuevo anuncio de apertura de investigación que realice Martínez, ya que incluso se desconoce en qué han quedado indagaciones anteriores que, a bombo y platillo, anuncia ante la presión de los medios de comunicación.

Soterramiento

Menos mal que Teófila tendrá en estos días también su oportunidad para la gloria. El viernes se inauguran las obras de soterramiento de la vía del tren a su paso por la capital gaditana. Es el mayor proyecto de infraestructura abordado en esta ciudad en muchos años y se ha hecho bajo su mandato como alcaldesa, con la aportación de fondos del Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento. Será todo un acontecimiento, tanto que Martínez realiza gestiones para que acuda a la ceremonia inaugural el presidente José María Aznar, que tan poco se prodiga por tierras andaluzas.

Su estancia aquí tal vez contribuya a levantar el ánimo de los suyos, que se encuentran un tanto desvaídos después de desvanecerse, como si fuera una pompa de jabón, la euforia con la que venían del último congreso del PP. A todo esto se unen las especulaciones que circulan últimamente sobre el supuesto malestar de Javier Arenas con el trabajo de Sanz, y que vienen a contribuir aún más a enrarecer el clima en el que se desenvuelven los populares andaluces.

Una formación que, en todo caso, parece acoger de buen grado, al igual que el resto de partidos, la propuesta del presidente de Unicaja, Braulio Medel, de crear un banco andaluz que encauce la participación de las cajas de una forma más eficaz en el sistema financiero de la comunidad. Ya se está buscando la correspondiente ficha bancaria que les permita operar, aunque no deja de resultar extraño el entusiasmo con que se acoge esta iniciativa, pareciendo desdeñarse ahora el ideal de una gran caja en Andalucía.