Schröder ataca el intento de Bruselas de facilitar las OPA hostiles en Europa

La precampaña electoral que se ha iniciado en Alemania no le está sentando nada bien a las relaciones entre Berlín y Bruselas. En una nueva salida en contra de la Comisión Europea, y sin mayor necesidad, el canciller alemán, Gerhard Schröder, volvió a subir el tono ayer al reiterar su rechazo a una directiva europea sobre las ofertas públicas de adquisición (OPA) hostiles que podría poner en peligro el control del Estado federado de Baja Sajonia sobre la compañía Volkswagen. 'Quien quiera destruir esta cultura, tendrá que contar con la resistencia del Gobierno alemán, al menos mientras nosotros estemos en el poder', espetó el canciller en un mitin con trabajadores de esta empresa en Kassel.

Schröder también hizo referencia a un comisario que 'tiene en la mira' a Volkswagen. Éste no puede ser otro que Frits Bol-kestein, el responsable de Mercado Interior, que apenas la víspera había estado en Berlín para hablar de esta directiva. Alemania ya se había resistido fuertemente el verano pasado contra una liberalización de su muy restrictiva legislación sobre las OPA (en aquel entonces, fue el Parlamento Europeo el que, sorpresivamente, en julio tumbó una versión anterior de la directiva, que había sido negociada durante más de 10 años entre los Quince). Bolkestein había acudido el lunes a la capital alemana para presentar su propuesta de una nueva directiva, que en parte incorporará las conclusiones de una comisión de expertos que recientemente entregó su informe.

Bruselas hasta ahora había dado a entender que podría atrasar la puesta a debate de la nueva directiva hasta después de las elecciones francesas y alemanas.

En su discurso ante los trabajadores de Volkswagen, Schröder afirmó que 'no es justo' que Alemania sea tan criticada mientras que en otros países (mencionó en concreto Suecia, Reino Unido, España e Italia) existan derechos de veto y acciones de oro.