La hora de la unidad

Ante el desafío que las FARC le lanzan al país, no queda otra alternativa que la de enfrentarlas con las armas de la República.

Con un escalofriante cartapacio de evidencias en la mano para ratificar de manera incuestionable lo que ya era un secreto a voces, (...) el presidente Pastrana dio por terminado el proceso de negociación de tres años y medio. (...) Por la insensatez de la guerrilla, por su sistemática violación de las más elementales normas del derecho internacional, ha terminado el tenebroso viaje que desnudó a las FARC. (...) El presidente Pastrana hizo con firmeza lo que un país hastiado pedía en todos los tonos. En este punto del camino no vale la pena detenerse en las incoherencias y desatinos (...) ni en juicios de responsabilidades que pueden distraer la atención de lo que hoy es un monumental desafío para la sociedad colombiana. Y es aquel que encarnan las FARC ahora que han decidido someter a los colombianos por la vía más cobarde y dolorosa: la del terrorismo.

(...) No hay que llamarse a engaños: vendrán días muy difíciles. (...) Es el momento de la unidad, de dejar a un lado las diferencias, grandes o pequeñas, para cerrar filas en defensa de la democracia de un país que verá seriamente perturbado el proceso electoral. Nada serviría más a los siniestros planes de las FARC que ser sordos a ese llamado. Con la seguridad de que no habrá nada más férreo en esta hora de angustia que la voluntad de los colombianos de no dejarse vencer por el miedo y la barbarie (...)

Bogotá, 21 de febrero