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Unos jóvenes visitan Euskadi y hallan un atentado, una polémica con el PP y el agobio mediático
El País Vasco es diferente. No ha tardado mucho en descubrirlo una treintena de jóvenes procedentes de 14 comunidades autónomas que durante esta semana visitan Euskadi para conocer a fondo su realidad social. Son una especie de turistas políticos y sociales que, en vez de fotografiar monumentos o tumbarse en las playas, se han entrevistado con parlamentarios, representantes eclesiásticos y universitarios, asociaciones juveniles, víctimas del terrorismo... Su fin último es sacar un retrato lo más fiel posible del País Vasco.
Y lo que han visto de momento les lleva a decir que sí, que Euskadi es diferente. En otra comunidad, tal vez, su visita habría pasado desapercibida o al menos habría transcurrido por unos cauces normales. Pero aquí no. Para empezar, se han sentido desbordados por los medios de comunicación.
-'¿Qué es lo que más le ha llamado la atención?', se les preguntaba ayer.
-'La importancia mediática. Y lo que más preocupa es el enfoque que se le va a dar a esta visita', respondía Gorka. Y eso que él, aunque llega desde Madrid, conoce mejor la realidad vasca porque tiene familia aquí. No debería sorprenderle tanto.
Pero su capacidad de sorpresa no se detuvo ahí. Los jóvenes, seleccionados desde sus lugares de origen, llegan invitados por el Consejo de la Juventud de Euskadi, que tenía pactadas todas las visitas desde hace meses. Sin embargo, a última hora, el lunes, el grupo parlamentario del Partido Popular les comunicó lo siguiente: si se reúnen con Batasuna, no podrán reunirse con el PP. Los jóvenes discutieron ese inesperado ultimátum y llegaron a la conclusión de que su agenda no se alteraba. Ayer se estrevistaron a mediodía con Arnaldo Otegi. Le interrogaron sobre Elkarri, sobre sus principios democráticos... Y cada uno sacó su conclusión: 'Me ha parecido muy cínico', comentó uno de los jóvenes. En cualquier caso, un encuentro interesante, tanto que les hizo llegar con un pequeño retraso a la concentración convocada en la plaza de España de Vitoria bajo el lema ETA no. Por supuesto, Otegi no les acompañó en el paseo.
La visita tuvo otros elementos inesperados. Nadie esperaba que el martes se trastocaran sus planes con un nuevo atentado de ETA, y, casualmente, contra un representante juvenil, Eduardo Madina. Este hecho excepcional sí ha cambiado sus agendas, pero también les ha permitido vivir de cerca las consecuencias del terrorismo. 'Se respira mucha tensión social', apunta Gorka. 'Euskadi no es como Israel o Palestina, como la pintan algunos, pero de cuatro años acá hay peor ambiente. El momento clave fue la ruptura del Pacto de Ajuria Enea, cuando el PSOE abandonó el tripartito', opina.
El grupo de 35 jóvenes era tan heterogéneo que no todas las impresiones eran idénticas. Rafael, un extremeño de Cáceres, no comparte el pesimismo de Gorka: 'En el País Vasco hay menos tensión. No es tan fiero el lobo como lo pintan'. Y a la pregunta de si Euskadi es diferente contesta que sí. 'Aquí matan', recuerda.
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