Bush, en Japón

(...) Un alto cargo de la Administración Bush ha dicho que entre los líderes mundiales, el presidente de Estados Unidos se siente más a gusto con el primer ministro Koizumi, (...) cuyos rasgos personales se ajustan a su preferencia por el trato informal. (...)

Se han encendido ya las luces de alarma sobre el futuro del Gobierno de Koizumi (...), y ante las actuales circunstancias, ambas partes han planeado un escenario en el que Koizumi señalaría el liderazgo que ha tenido el presidente Bush desde que tuvieron lugar los ataques terroristas del 11-S y el presidente norteamericano agradecería la cooperación prestada por Japón (...) y posiblemente reiteraría su apoyo a las reformas estructurales de la economía planeadas por Koizumi. Pero sería negativo que ambos mandatarios se limitaran a agradecerse los servicios prestados. (...)

Estados Unidos ve con reticencias la situación de la economía japonesa, (...) en la que observa pocos avances en las necesarias reformas estructurales. (...) Cabe preguntarse si, vislumbrándose problemas de cohesión interna en el horizonte, el Gobierno de Koizumi tiene la fuerza necesaria para enfrentarse a la dura tarea de forzar a los bancos (...) a tomar medidas para evitar la deflación. Los murmullos de alarma en EE UU sobre el futuro de las reformas del primer ministro son cada día más notorios. Koizumi debe anunciar en la cumbre el mapa concreto de las reformas que se deben hacer para que reviva la economía japonesa. Las consignas vacías de contenido (...) son cosa del pasado. (...)

Tokio, 16 de febrero