Lenguas extranjeras maltratadas

EducaciónEl debate sobre la reforma de la enseñanza secundaria en el Reino Unido ha empezado con fuerza. Parece haber un apoyo general a la idea de introducir más asignaturas vocacionales, acercar los estudios a las nuevas necesidades laborales y buscar incentivos para que los jóvenes no dejen de estudiar cuando la escolarización no es obligatoria. Pero hay críticas al sistema de vía rápida para los alumnos más aventajados y al maltrato a las lenguas extranjeras. En general hay más alabanzas desde los sectores económicos y laborales y más preocupación desde los gremios educativos.

Algunos critican la preeminencia de las llamadas ciencias en el cuerpo central de sólo cuatro asignaturas obligatorias, en detrimento de las verdaderas demandas del mercado: abogados, contables, managers o diseñadores. Piden una enseñanza que premie la capacidad de liderazgo o del trabajo en equipo.

También las lenguas extranjeras -que se estudian desde los 11 años- dejan de ser obligatorias desde los 14. Para compensar ese problema, el Gobierno quiere que dentro de un decenio las escuelas sean capaces de ofrecer clases optativas de lengua extranjera a los alumnos de primaria, a partir de los siete años.

Las asociaciones de profesores creen que aplicar la reforma exige inversiones adicionales diez veces superiores a las que maneja el Gobierno porque de lo contrario se incrementará el ya alto ritmo de fugas que vive la profesión. Muchos profesores atacan la timidez del Gobierno, que no se ha atrevido a suprimir los exámenes del certificado de enseñanza secundaria. Y creen que el sistema de vía rápida es un híbrido que acabará llevando a esa supresión y que tiene el peligro de aumentar las diferencias que ya se dan ahora entre los alumnos más aventajados y los más retrasados. Advierten también contra el riesgo que supone acelerar los estudios, incluso en el caso de alumnos brillantes, porque puede que no asimilen bien los conocimientos pese a sus buenas calificaciones.

Los conservadores acusan al Gobierno de engañar a los alumnos menos académicos. 'Lo que necesitan es un decente sistema educativo básico y un esquema de cursos vocacionales bien diseñado en colaboración con la industria. No hay indicios de nada de eso en el Libro Verde'.