El euro, sin disciplina
Los europeos tienen una moneda común, pero siguen teniendo políticas económicas diferentes. La decisión del Ecofin (...) de retirar la 'advertencia preventiva' a Alemania, en contra de la opinión de la Comisión Europa, no refuerza la credibilidad de la Unión. (...) El asunto es grave porque se trata de la disciplina presupuestaria necesaria para la cohesión de la zona euro. (...) En una unión monetaria, un país puede tener déficit y no verse obligado a pagar la factura, ya que el valor de la moneda común está establecido a nivel colectivo. Es decir, los demás pagan por él. Desde el principio, el proyecto de unión monetaria europea ha estado acompañado por la búsqueda de una disciplina. Alemania, que temía tener que financiar a los otros países, apoyaba esta política, así como Francia, que inventó la barrera del 3% del PIB que el déficit de cada país no debía sobrepasar. En Amsterdam se convino de forma explícita que los países miembros debían alcanzar el equilibrio presupuestario y sólo se admitía el incremento del déficit en caso de retroceso económico. (...) Los años 1999 y 2000 funcionaron conforme a estas reglas, pero el mecanismo se detuvo en 2001 a causa del enfriamiento económico. Alemania, cuya economía se ha enfriado más que la de los otros países, ha visto cómo se agravaba su déficit. (...) La CE ha querido lanzar un preaviso a Berlín dado que sus cuentas se aproximan a la barrera del 3%. (...) Una Unión en la que el Consejo de Ministros es la autoridad suprema puede caer en el regateo y perder su disciplina comunitaria. El euro necesita una autoridad central más firme.
París, 14 de febrero
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