La Diagonal de Barcelona estará cortada al tráfico privado durante la cumbre europea

La circulación de vehículos privados por la avenida Diagonal de Barcelona, entre el acceso a esta última y la plaza de Píus XII, estará prohibida durante los días 14, 15 y 16 de marzo, mientras se celebra la cumbre europea en esta ciudad. La zona quedará reservada al transporte público. Ese fue uno de los acuerdos tomados ayer en una reunión de la Junta de Seguridad Local, que concretó todo el dispositivo de seguridad para esos días. Intervendrán 8.500 policías nacionales, además de miembros de la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana.

La reunión de la Junta de Seguridad Local fue extraordinaria -asistieron el secretario de Estado de Seguridad, Pedro Morenés, y los jefes de seguridad de la Casa Real y La Moncloa- porque se debían concretar las medidas de vigilancia que rodearán la celebración de la cumbre, a la que asistirán 28 jefes de Estado y 1.000 delegados, y para la que se esperan 3.000 periodistas.

Hubo debate porque las posturas del Ministerio del Interior y del Ayuntamiento de Barcelona no coincidían. La representación del primero quería cerrar completamente el tráfico de la Diagonal -como reconoció ayer públicamente el jefe superior de Policía de Barcelona, Miguel Ángel Rancaño- y también perseguía que se suspendiera la actividad universitaria. El Ayuntamiento insistía en establecer medidas que no alterasen tanto la vida de la ciudad. Finalmente, las normas acordadas y sus principales consecuencias para la ciudad son las siguientes:

Seguridad. La policía gubernativa dispondrá de 8.500 agentes, 3.000 de ellos de refuerzo. Ésta será la responsable de la seguridad ciudadana en toda Barcelona. La Guardia Civil asumirá el control del puerto, el aeropuerto y las aduanas, además del de la frontera francesa, donde se volverá a exigir el pasaporte. Los Mossos d'Esquadra vigilarán el tráfico en las carreteras, los accesos a la ciudad y el traslado de las delegaciones asistentes a la cumbre. Por último, la Guardia Urbana controlará el tráfico en la ciudad y auxiliará en materia de seguridad.

Perímetro de seguridad. Será una valla que comprenderá la zona del Palacio de Congresos, el hotel Juan Carlos I, el centro de prensa -en el área de Can Rigalt, en L'Hospitalet-, el Real Club de Polo y el club de tenis Turó. También serán aislados el hotel Princesa Sofía y el Palau de Pedralbes. Asimismo, se ha instado que cese la actividad en un gimnasio y en el Real Automóvil Club de Cataluña.

Restricciones de tráfico. El tramo comprendido entre la plaza de Píus XII y el acceso a la ciudad por la Diagonal se limitará a dos carriles por cada sentido para el transporte colectivo. Sólo se dejará pasar a los vehículos privados de manera muy aislada. Están por determinar las vías alternativas, salvo los desvíos hacia las rondas. También falta concretar los cortes por las movilizaciones asociadas a la cumbre, como la manifestación contra el Plan Hidrológico Nacional, la marcha sindical y la de los colectivos antiglobalización.

Metro línea 3. Las estaciones de metro de Palau Reial y Zona Universitaria quedarán cerradas.

Refuerzo de transportes. Las líneas de autobuses urbanos que llegan a esa zona de la ciudad dispondrán de mayor número de vehículos e igualmente se incrementará la frecuencia de paso del metro. La Autoridad del Transporte Metropolitano ha pedido a las líneas regulares de autobuses que proceden de las comarcas del Baix Llobregat, Alt Penedès y Anoia que refuercen el servicio. También se ampliará la capacidad de los aparcamientos de las estaciones de Renfe en el perímetro de Barcelona y se establecerán autobuses lanzadera de acceso a la ciudad.

Universidades. Estarán abiertas, aunque el consejero de Interior, Xavier Pomés, recomendó a las facultades que suspendan las clases por las dificultades de acceso que tendrán los alumnos. La asamblea de estudiantes del campus de Diagonal expresó ayer su oposición a la suspensión de clases.

Obras del tranvía. Las obras del Trambaix quedarán suspendidas y la empresa ha recibido la orden de retirar cualquier objeto susceptible de ser lanzado. Incluso las vallas.