Dirigentes de CiU intentan parar una revuelta en Cervera mientras los obreros de Lear se movilizan

La cúpula de CiU se involucró ayer de lleno en la crisis de la planta de la multinacional Lear en Cervera, cinco días después del anuncio del cierre de la factoría y en medio de un alud de críticas por parte de la plantilla y de la oposición al Gobierno de la Generalitat por su pasividad en el conflicto. Los trabajadores han convocado una movilización en Cervera para este domingo y otra en Barcelona para el jueves de la semana próxima.

El secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, y el secretario adjunto, Pere Macias, se reunieron ayer en Cervera con el alcalde de esta localidad, Salvador Bordes; y los de Mollerussa, Antoni Bosch; Tàrrega, Frederic Gené, y Agramunt, Josep M. Fernández, y con los presidentes de la Diputación de Lleida, Josep Pont, y del Consejo Comarcal de la Segarra, Francesc Boireu.

Duran aseguró que 'CiU presionará para que la empresa Lear reconsidere su decisión' y destacó que su prioridad será 'defender los derechos de los trabajadores con todos los medios' que la federación tenga a su alcance. El líder nacionalista dijo que el hecho de que la empresa aún no haya presentado un expediente de regulación de empleo 'da un margen mínimo de confianza'. Sin embargo, añadió: 'No queremos engañar a nadie, las cosas no son fáciles'.

Captar inversiones

Duran aseguró que para compensar la destrucción de puestos de trabajo se buscarán 'empresas que puedan estar interesadas', con las que 'ha iniciado algunas gestiones'. Los reunidos acordaron también adoptar un plan de choque si se produce el cierre.

Al ser preguntado por la reticencia de la Generalitat en dar a conocer las ayudas oficiales concedidas a Lear, Duran manifestó que le sorprendía la insistencia, 'cuando dar ayudas a empresas que crean 1.500 puestos de trabajo es una obligación, tanto de la Generalitat como del Ayuntamiento. La Generalitat no ha hecho ninguna excepción con esta empresa', dijo.

El secretario general de CiU aprovechó para replicar al PSC las críticas vertidas contra el Gobierno catalán por su actuación en la crisis y acusó a los socialistas de haber hecho 'demagogia con una desgracia de este tipo'. 'Una fuerza política que usa estos métodos no merece tener la responsabilidad de gobernar Cataluña'.

La cúpula de CiU tenía previsto reunirse ayer con el comité de empresa de Lear, pero los trabajadores anularon el encuentro dos horas antes sin dar ningún motivo, explicó Duran.

Subirà conocía la crisis

El consejero de Industria, Comercio y Turismo, Antoni Subirà, reconoció que ya conocía desde abril los problemas por los que atravesaba la fábrica de Lear. En declaraciones a Catalunya Ràdio, Subirà dijo: 'En abril Lear cerró una operación similar, más pequeña, en Vigo. Este tipo de cableado no es el que llevarán los coches del futuro, y eso lo sabe todo el que trabaja en el sector de la automoción'. El responsable de Industria catalán contestó de esta forma las críticas recibidas del comité de empresa de Lear y del PSC, especialmente del diputado socialista Josep Maria Rañé, de quien dijo: 'Rañé es de UGT y este sindicato también lo sabía; todos sabíamos que había dificultad con la actividad del cableado'.

Subirà agregó que las naves de Lear en Cervera son 'magníficas' para la ubicación de nuevos negocios, que paliarían los efectos del cierre de la empresa, que dejará sin trabajo a 1.200 personas, el 80% de ellas mujeres.