Científicos españoles descubren cómo el cerebro registra el frío

Un complejo mecanismo bioquímico en unas neuronas sensoriales es responsable de la sensación de frío, según han descubierto unos investigadores españoles que hicieron ayer público su hallazgo. No se trata de unas moléculas especiales sensibles al frío, sino de la acción coordinada de diferentes canales iónicos en dichas neuronas. Y sólo unas pocas de las neuronas sensoriales, con unas propiedades biofísicas muy específicas, responden al frío.

'Las sensaciones de frío están medidas por unos terminales nerviosos termorreceptores que resultan excitados por las bajas temperaturas y por el mentol', explican Félix Viana, Elvira de la Peña y Carlos Belmonte, del Instituto de Neurociencias (Universidad de Alicante y CSIC). En el cerebro, la clave de la sensación de frío está en el sistema de señales electroquímicas entre las células, en concreto en los canales iónicos, actuando varios de ellos en equilibrio, de manera que cuando este sistema se desajusta puede producirse una pérdida de la sensación de frío o, al contrario, inducirla en neuronas previamente insensibles a esa condición.

Sólo un subconjunto de neuronas se encargan de la sensación de frío. Belmonte ha explicado, en concreto, que esta sensación está asociada al cierre de un determinado canal iónico, informa Ezequiel Moltó. La investigación ha permitido conocer que los receptores que se encuentran en la superficie corporal envían de manera constante información al cerebro sobre las condiciones ambientales de frío y calor. 'Es la primera vez que se analiza la caracterización de estas células, hasta el momento desconocíamos ese mecanismo de señalización y creo que hemos alcanzado un modelo válido', comentó Viana.

La investigación, cuyos resultados se dan a conocer ahora en la revista Nature Neuroscience, comenzó hace dos años. Los científicos han trabajado con células de ratón en cultivo, hasta profundizar en los mecanismos de estas neuronas específicas y establecer un modelo calificado de 'válido y novedoso' por los investigadores para explicar cómo el cerebro interpreta las señales de frío.

Ellos han comparado la conductancia de neuronas sensibles al frío y neuronas insensibles y han descubierto que aunque la caída rápida de las temperaturas provoca el cierre de un canal iónico concreto en ambos tipos, sólo se verifica una respuesta de excitación posterior en las neuronas sensibles al frío.

En los experimentos, Viana y sus colegas observaron que las neuronas sensibles al frío son las de menor tamaño y que muchas de ellas se excitan con un descenso de temperatura de sólo cinco grados respecto a los 33 grados de temperatura de referencia, mientras que otras no manifestaban una respuesta al estímulo térmico hasta una caída de la temperatura de diez grados.

Se sabe que el mentol excita los receptores periféricos responsables de la sensación de frío. Viana y sus colaboradores han comprobado que las neuronas sensibles al frío efectivamente responden a este estímulo a temperatura ambiente, mientras que las insensibles no lo hacen.