El Caipirinha desafía al puerto y dice que abrirá tras el entierro de Pacheco
La empresa Odissea 2000 requiere al dueño la entrega de las llaves
El local Caipirinha, en cuyas inmediaciones se inició la pelea que acabó con la muerte del ecuatoriano Wilson Pacheco, abrirá con toda probabilidad la noche del próximo sábado, dos semanas después de ocurrir los hechos. Para entonces, la víctima ya habrá recibido sepultura y los dueños del bar darán por finalizado el luto que mantienen. La reapertura del local supondrá un desafío a la empresa Odissea 2000, encargada de la gestión de Maremàgnum y que ha pedido la entrega de las llaves.
'Ellos (Odissea 2000) dan por rescindido el contrato y nosotros (Caipirinha) no tenemos la voluntad de rescindirlo'. Así de claro se expresó ayer una portavoz autorizada del local en lo que se presagia un conflicto que puede acabar en los tribunales. La empresa Odissea 2000, encargada de la gestión del complejo, envió el 29 de enero una primera carta al propietario del local, Luis Luque, en la que anunciaba la rescisión del contrato al considerar que la muerte de Pacheco era una causa que lo justificaba.
Ayer, Odissea 2000 envió otra carta para requerir la entrega inmediata de las llaves e instar a Luis Luque a que pase a recoger la fianza y el aval bancario depositado en su día. El dueño del Caipirinha no tiene intención de cumplir ninguno de estos dos requerimientos, según anunció ayer la misma portavoz. Si el local abre, Odissea 2000 entenderá que el contrato está rescindido y pedirá al juez que desaloje a sus ocupantes, con lo que se iniciará entonces un proceso civil que puede durar varias semanas. En ese escenario posible, no sería descartable entonces una medida de fuerza y que, por ejemplo, la Guardia Urbana de Barcelona precintase el establecimiento.
Odissea 2000 considera que la muerte de Pachecho es motivo suficiente para dar por rescindido el contrato porque uno de los porteros encarcelados por los hechos, Mariano Romero Puerta, trabajaba en el local Mojito, también propiedad de Luque. Igualmente, en el local Caipirinha trabajaba de portero James Anglada, al que se considera autor material de haber arrojado al agua el cuerpo de Pacheco. Anglada está huido y la policía anunció hace una semana que confiaba en su pronta detención.
Romero Puerta debía ser juzgado ayer por la supuesta agresión cometida el 15 de diciembre contra un argentino que quería entrar al bar Mojito, pero el Juzgado de Instrucción número 2 de Barcelona no ordenó su excarcelamiento. Al final el juicio se celebrará el 4 de abril. Por otro lado, el parte emitido tras el suceso por la empresa Segur Ibérica, responsable de la seguridad de Maremàgnum y a la que pertenecen los dos vigilantes de seguridad encarcelados por la muerte de Pacheco, dice únicamente que tras una persecución el joven 'cae al agua', informa Europa Press.
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