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Entrevista:HUBERT VÉDRINE | Ministro de Asuntos Exteriores de Francia

'No tenemos nada que ganar de una relación difícil entre Marruecos y España'

La Unión Europea está verdaderamente decidida a sostener a la Autoridad Palestina y se muestra beligerante con la política de Ariel Sharon, según afirma el ministro francés de Exteriores, Hubert Védrine. Védrine repasa también en esta entrevista el estado de las relaciones con España y niega que su país tenga interés en favorecer la tensión entre Marruecos y el Gobierno de Aznar.

Pregunta. ¿Qué más puede hacerse para contener la escalada de violencia en Oriente Próximo?

Respuesta. En la reunión que el Consejo de Asuntos Generales de la UE celebró el 29 de enero, los Quince confirmaron su análisis y su política, que no es la misma que se desprende de las últimas declaraciones de Estados Unidos. Para erradicar el terrorismo, así como para construir la paz, los Quince piensan que Israel necesita la Autoridad Palestina y a su presidente, Yasir Arafat, como interlocutor de la negociación. Es una posición muy clara. A ello hemos añadido que la capacidad de Arafat y de la Autoridad Palestina para combatir el terrorismo no debe ser debilitada. Francia ha propuesto una reflexión sobre elecciones generales en los territorios palestinos, combinadas con el reconocimiento del Estado palestino.

Eliminar a la Autoridad Palestina con cualquier pretexto es una mala política
Francia defiende el mismo mensaje en Porto Alegre que en Nueva York
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P. ¿Es un desafío a EE UU?

R. No. Los Quince declararon en 1999 la necesidad de crear un Estado palestino viable, pacífico y democrático, con la finalidad de responder equitativamente a las legítimas aspiraciones de los palestinos y de afianzar la seguridad de los israelíes. Y Europa persevera en este análisis. Una política que busque la eliminación de la Autoridad Palestina bajo cualquier pretexto es una mala política.

P. ¿Todos los Gobiernos europeos comparten ese criterio?

R. Yo mismo quedé sorprendido de la extrema facilidad con que los Quince llegamos a ese acuerdo el 29 de enero, en Bruselas.

P. ¿Llegará el día en que la UE deje de apoyar a Sharon?

R. La política de la UE no consiste en sostener o combatir a quien sea, sino en buscar la paz, que sólo puede producirse por el diálogo. No pretendemos decir quiénes deben ser los dirigentes, sino impulsar a unos y otros a que reanuden el diálogo político. Pero Europa no puede sostener una política cuyo resultado no es otro que el de destruir todo lo avanzado en Oslo y en Madrid.

P. ¿Y si las partes, o al menos una de ellas, persiste en no querer negociar?

R. Uno puede entender que los israelíes, traumatizados por el terrorismo, busquen la seguridad a través de una política de firmeza. Pero más represión no inspira mayor seguridad. No hay otra solución que la de crear un Estado palestino al lado del Estado de Israel: es una perspectiva temida por la actual mayoría en el poder en Israel, pero es una necesidad que volverá a imponerse. Muchos de los dirigentes israelíes opuestos a esa solución durante una parte de su vida política llegaron a descubrir que era una necesidad, porque va en el interés de Israel. La idea de reanudar el proceso de paz volverá; desgraciadamente, tras mucho dolor inútil.

P. ¿Tiene usted información sobre una nueva fase de operaciones antiterroristas de Estados Unidos, más allá de Afganistán?

R. Tras los atentados del 11 de septiembre, inmediatamente reconocimos en el Consejo de Seguridad la legitimidad de una reacción estadounidense en nombre de la legítima defensa. Y nadie ha contestado ese principio. Después se han producido declaraciones de dirigentes norteamericanos sobre otras acciones contra el terrorismo, no forzosamente militares, en aspectos de servicios secretos, información, financiación... Todos los grandes países de la UE han dicho que si se trata de algo más que de Al Qaeda, esto puede plantear problemas. Cada vez que la cuestión ha surgido, los dirigentes norteamericanos han contestado que la decisión no está tomada.

P. Usted ha asistido al Foro de Davos, pero otros colegas de su gabinete han estado en Porto Alegre. ¿La globalización se ha integrado ya en la agenda del Gobierno francés?

R. No se pueden tomar decisiones que aceleren liberalizaciones salvajes, sino llevar el fenómeno de mundialización hacia resultados positivos, constructivos. Los representantes del Gobierno francés defienden el mismo mensaje en Porto Alegre que en Nueva York, el mensaje de la regulación y de la mundialización controlada, capaz de reducir las contradicciones y no de agudizarlas.

P. ¿Un futuro Gobierno de derecha mantendría ese mismo discurso?

R. No creo que haya un Gobierno de derecha en Francia a corto plazo. La mayoría de la opinión pública francesa piensa de manera muy parecida: no se oponen a la mundialización, pero son sensibles a sus injusticias. Estoy seguro de que cualquier Gobierno lo tendrá en cuenta.

P. Hay muchos comentarios denunciando la intervención de Francia en las relaciones entre Marruecos y España. ¿Qué puede decir usted?

R. Lamentamos mucho esa tensión entre Marruecos y España, pero estamos convencidos de que se trata de una etapa negativa que podrá ser superada. España y Marruecos son dos grandes países vecinos, que no nos necesitan para manejar sus propias relaciones bilaterales. Le puedo decir que nuestro interés es que haya las mejores relaciones entre España y Marruecos, porque son dos países amigos muy próximos. La tensión es mala para todos y nunca hemos pensado que había algo que ganar en el hecho de que ambos países tengan relaciones difíciles. Para nosotros sólo es una fuente de preocupación. Animamos a los dos países a que encuentren el camino de la normalización.

P. En España, el Gobierno y otros sectores reconocen que la cooperación ha mejorado, pero a veces reaparece la duda de si Francia se ha decidido a terminar con ETA en su territorio.

R. Yo pienso que Francia hace todo lo que puede. También hay actos de terrorismo en el territorio español, pese a que el Gobierno español hace todo lo que puede. Ni el Gobierno español ni el francés pueden lograr que el terrorismo desaparezca sin más. Lo que hay que hacer es continuar trabajando conjuntamente y con mucha determinación. El tiempo de las quejas o de las críticas ya pasó.

P. Francia parece de acuerdo con las prioridades de la presidencia española de la UE, salvo en lo que se refiere a la liberalización del mercado de la energía.

R. Estamos de acuerdo prácticamente en todos los puntos, sobre los cuales tengo un diálogo fructífero con mi colega Josep Piqué, que lleva a cabo un trabajo excelente al frente del Consejo de Asuntos Generales. Francia sostiene por completo la posición española sobre el comienzo de las negociaciones para la ampliación, el inicio de la Convención para el futuro de Europa...

P. ¿Se puede avanzar cuál será la posición francesa en la Cumbre de Barcelona?

R. En lo que se refiere a la liberalización, un punto importante para el Gobierno de Aznar, Francia no se opone al proceso de apertura del mercado europeo de la energía. Lo que pedimos es que esa apertura sea progresiva y controlada, porque hemos podido ver en otros países las consecuencias de liberalizaciones mal concebidas. No se puede fijar dogmáticamente el principio de la liberalización total y se debe preservar el concepto de servicio público. La Cumbre de Barcelona se celebrará en marzo: estamos aún en el periodo de su preparación.

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