La empresa adjudicataria baja los precios de los chalecos

La empresa Yuma, SA, con sede en Zaragoza, que obtuvo los dos concursos en los que se adjudicaron los 20.000 chalecos de combate que visten los soldados españoles que están siendo destacados en Afganistán, acaba de rebajar considerablemente sus precios de fabricación.

Yuma se ha presentado a un nuevo concurso del Ministerio de Defensa para la adjudicación de otros 15.000 chalecos de combate o portaequipos -a estos últimos sí se les exige en el pliego de condiciones protección contra rayos infrarrojos-, y su oferta ha sido de 71,51 euros (11.899 pesetas) por cada unidad, es decir, 31,41 euros menos (5.226 pesetas) que en los dos anteriores concursos, a los que la empresa Yuma se presentó y ganó, pese a que su oferta fue la más cara: 102.92 euros (17.125 pesetas) por chaleco.

Ese precio no constituyó un problema para Yuma porque las ofertas de sus competidoras, Manufacturas Valle y Sei, fueron rechazadas 'por no superar los requisitos mínimos exigidos'.

Al nuevo concurso se han presentado un total de seis empresas y la oferta más cara es de 81,14 euros (13.500 pesetas) por cada chaleco.

La poliamida

El pliego de prescripciones técnicas de los concursos ganados por Yuma, SA, no exigía que el material tuviera la impregnación IR contra rayos infrarrojos. La documentación la firmaba José Delgado de Felipe, comandante jefe de la sección de Estudios y Proyectos, y la justificación que se dio a este periódico es que la poliamida, materia prima con la que se han fabricado los portaequipos, no admite el tratamiento negro de carbono.

Pero en un nuevo concurso para otros 15.000 chalecos, firmado por el mismo oficial, sí exige el IR y la materia prima del tejido principal es la poliamida, la misma que en los anteriores dos concursos supuestamente 'impedía' dicho tratamiento de seguridad.

Pilar Benedi, directora de Yuma, SA, asegura que su empresa no dispone de ningún tipo de información privilegiada por su vinculación con el coronel José Martínez Nasar, secretario técnico de la Dirección de Asuntos Económicos del Cuartel General del Ejército. Ni este último ni su esposa, directiva de la empresa, han atendido las llamadas de este diario.

Los soldados españoles que ya se encuentran destacados en la capital de Afganistán no están realizando por el momento patrullas nocturnas, las más peligrosas en caso de carecer de prendas con protección contra visores infrarrojos, ya que existe toque de queda desde la caída de la noche hasta el amanecer.