ACNUR denuncia la detención de niños 'sin papeles' en Australia
Los menores aplazan a hoy su ultimátum
El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se mostró ayer preocupado y dispuesto a colaborar en la crisis de los demandantes de asilo detenidos en Australia, desatada a raíz de las protestas, intentos de suicidio y huelgas de hambre de los recluidos en los centros de detención. 'Estamos preocupados por la larga estancia de los detenidos. Nos oponemos a este tipo de detención, sobre todo a la de los niños. En Europa hay más demandantes de asilo político y sin embargo no se les detiene', declaró ayer Kris Yanossky, un portavoz de ACNUR en Ginebra. 'Sin embargo, no apoyamos las amenazas de los internados como medida de presión', añadió. El Alto Comisionado ha entrado en contacto con el Gobierno australiano para ofrecer su ayuda.
Amnistía Internacional (AI)también mostró ayer una honda preocupación por la situación de los detenidos. 'Su salud mental peligra. Cuando salen de los campos de refugiados, la mayoría sufre estrés postraumático. Es una crueldad tener a familias enteras encerradas en medio del desierto durante tanto tiempo', afirmó ayer Heinz Schurmann-Zewel, portavoz de AI. 'Australia es el único país del mundo donde los demandantes de asilo son detenidos automáticamente sin derecho a recurso', aseguró el portavoz.
Mientras, los jóvenes de Woomera, que habían amenazado con suicidarse ayer, han ampliado su ultimátum hasta hoy, según informó uno de los detenidos a la cadena australiana ABC. Pese a que el Gobierno de Canberra manifestó el lunes que no piensa ceder al chantaje, envió ayer a Woomera a delegados oficiales para que traten de negociar con los refugiados.
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