Berlusconi logra el apoyo de la UE a su polémica designación del derechista Fini
El líder de la Alianza representará a Italia ante la Convención sobre el futuro de Europa
Silvio Berlusconi se marchó de Bruselas sin tener que emplearse a fondo sobre sus tesis de que el ultraderechista Giancarlo Fini represente al Gobierno italiano en la Convención para la reforma de la UE, en la que también estará otro italiano, el socialista Giuliano Amato, como vicepresidente. Berlusconi, que debutó ayer como ministro de Asuntos Exteriores, logró sin tener que despeinarse el apoyo de todos sus homólogos. 'Hay completo acuerdo sobre la composición y la financiación', declaró el actual presidente del Consejo de Ministros de la UE, Josep Piqué.
Ya antes de la llegada de Il Cavaliere a la capital comunitaria, las reservas planteadas por algunos socios, especialmente Alemania, Holanda y Suecia, empezaban a desvanecerse. Ninguno parecía estar dispuesto a que la elección del líder de la posfascista Alianza Nacional significara abrir una crisis de resultados imprevisibles sobre una cuestión en la que el Gobierno italiano está amparado por lo pactado por escrito el pasado diciembre en la Declaración de Laeken.
'No hubo palabras fuera de tono ni referencias a la personalidad de Fini en las pocas intervenciones que hubo al respecto', explicaron anoche fuentes de la presidencia de la UE. Piqué expuso el tema en términos muy sencillos al recordar que se había pactado en la cumbre de Laeken, que, además del presidente y los dos vicepresidentes designados por los Quince, se aceptaría que cada Gobierno tuviera derecho a un delegado. 'Búsquenme una solución. Me están creando un problema político, porque Amato ya me ha dicho que no quiere estar en la Convención si es como representante de mi Gobierno', explicó Berlusconi.
El debate quedó zanjado sin apenas discusión y sin necesidad de que el primer ministro italiano tuviera que insistir en sus argumentos. Ni siquiera un político tan antiberlusconiano como el belga Louis Michel quiso polemizar. Michel había dicho a la llegada que, 'aunque no comparto sus valores, Fini no es Umberto Bossi ni Jörg Haider'. 'Son dos personas que tienen una fuerte fe europeísta, y estoy seguro de que harán un buen trabajo', dijo Berlusconi. Indudablemente, Il Cavaliere se convirtió en el gran protagonista del Consejo de Asuntos Generales, pero no logró acaparar tanta atención como pretendía. No pudo celebrar una conferencia de prensa en la sala donde la presidencia las convoca habitualmente.
Tuvo una brevísima intervención al inicio de la reunión en la que cada uno de los ministros tenía cinco minutos para dar su opinión sobre el programa de la presidencia española. Batió todos los registros de concisión: Apenas 27 segundos. Dejó un tanto perplejos a todos los ministros y a Piqué, que le había dado la bienvenida con una frase calculada: 'Presidente Berlusconi, colega Silvio'. 'Agradezco la bienvenida. Comparto plenamente los objetivos de la presidencia española. Italia tendrá una aportación constructiva y positiva', contestó.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.