La Comisión de la Energía pide que se eliminen las ayudas a los parques eólicos

Al éxito no siempre le acompaña la gloria. Es lo que les ocurre a los generadores eólicos. Gracias a ellos, España es ya el segundo país de Europa con mayor producción energética generada por el viento. El año 2001 se ha cerrado con más de 3.100 megavatios de potencia instalada, el equivalente a tres centrales nucleares. Por ello, la Comisión Nacional de la Energía considera que los parques eólicos ya están en condiciones de competir en el mercado sin ayudas económicas. Añade también que el vertido de su electricidad produce alteraciones en la red que 'afectan a los planes de seguridad'.

Los parques eólicos no son los responsables de los últimos apagones de luz en Cataluña, Madrid o Valencia, pero poco falta para que les echen la culpa. La Comisión Nacional de la Energía (CNE), el órgano regulador del sistema eléctrico, lleva varios meses lanzando el mensaje de que las expectativas de crecimiento de los parques eólicos 'superarán' incluso el objetivo fijado en el Plan de Fomento de Energías Renovables (8.974 megavatios en 2010).

La comisión maneja dos argumentos. Por un lado, duda sobre la eficiencia de la energía eólica porque está subvencionada y no compite en condiciones de iguadad con fuentes energéticas convencionales. Además, destaca el incoveniente de que los parques eólicos suministren energía de forma imprevista, lo que origina disfunciones en la red. 'Las fluctuaciones en la potencia cedida afectan a las oscilaciones de la interconexión con el continente europeo (por Francia), a la estabilidad transitoria, a las necesidades de la reserva e incluso a los planes de seguridad', señala en un informe.

No acaban ahí los dardos del órgano regulador. 'Los sobrecostes del sistema provocado por los desvíos energéticos de la entrada en la red de la producción eólica se imputan a los distribuidores. No tiene sentido'. Y concluye que, como el problema se agravará a medida que se amplíen los parques, es necesario regularlos para aumentar su eficiencia.

La CNE ha promovido dos decretos con ese objetivo. Uno regulará las condiciones de acceso a la red eléctrica de los parques eólicos, y el otro pretende obligar a sus titulares a que informen con dos horas de antelación sobre las previsiones de producción energética para que el sistema se adapte con tiempo y la eólica compita en el mercado en igualdad de condiciones con otras fuentes energéticas. Los dos decretos fueron retirados la semana pasada de la Comisión Delegada de Subsecretarios debido a la polémica que han suscitado dentro del Gobierno y en el sector de energías renovables. Estas diferencias ya provocaron un durísimo enfrentamiento entre los responsables del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) y la cúpula del CSN el pasado octubre. Desde el IDAE se rechazan rotundamente los cargos sobre la eólica. 'El suministro eléctrico de Navarra proviene de la energía eólica en más del 40%. ¿Se ha producido algún apagón en la región? ¿De qué estamos hablando?', se preguntan indignados en el IDAE.

Manuel de Delás, secretario de la Asociación de Productores de Energías Renovables (APPA), considera completamente infundados los argumentos del CSN. 'Hoy por hoy, no se producen distorsiones en la red porque la energía eólica no representa nada más que el 2% ¿Podrá haberlas? Quizá, pero eso es un problema administrativo. Lo que habrá que modificar es cómo hacer recaer los desvíos sobre el sistema y no sobre los distribuidores, como ahora, que compran en el mercado energía por exceso o por defecto con 30 horas de antelación'.

San Pedro y las nucleares

Sobre la previsión de producción eólica, tanto el IDAE como la APPA coinciden en que la variabilidad climatológica de España impide calcularla. 'No es que no queramos. No podemos', aclara Delás. '¿Cómo vamos a predecir el viento que hará? Las nucleares saben con certeza su producción, igual que las centrales térmicas de carbón o de gas. Nosotros dependemos de.....San Pedro'.

Pese a las cifras, inicialmente triunfalistas, sobre el crecimiento de los parques eólicos en España en 2001 (APPA informó por error de que ya ocupaba el segundo puesto mundial, por delante de EE UU, y no ha sido así), fue el único año en el que el crecimiento no cubrió los objetivos del Plan de Energías Renovables. Se instalaron 835 megavatios de potencia, 191 menos que en 2000.

Desde el IDAE se ven con irritación los mensajes de algunos sectores de la CNE, favorables a reducir las primas a las renovables y coincidentes con las nuevas propuestas del presidente de Estados Unidos y la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, para que la energía nuclear recupere el puesto que perdió. 'En la CNE, asegura una fuente, el sector eléctrico está convencido de que las emisiones de efecto invernadero se evitarían con las nucleares, pero no se atreven a decirlo'.