La Agencia Alimentaria Europea empieza a trabajar en Bruselas
La Unión Europea dio ayer un paso burocrático al aprobar formalmente el reglamento jurídico para la creación de la Agencia Alimentaria Europea. Esta institución, que ha empezado a funcionar provisionalmente en Bruselas, está integrada por un grupo de expertos que se encargará de vigilar y evaluar los riesgos potenciales para la salud humana de ingredientes que se puedan encontrar en los alimentos, para poder actuar con rapidez.
España optaba, hasta la fecha, con Barcelona como candidata a acoger la sede de esta agencia europea, que ha cobrado especial relevancia entre los ciudadanos a raíz de crisis como las vacas locas. Pero en la cumbre de Laeken, en diciembre, el propio José María Aznar afirmó que había aceptado la propuesta de la presidencia belga en la UE para acoger la oficina para la Seguridad de Nuevas Tecnologías y dejar la alimentaria a Helsinki, la gran rival de Barcelona.
Y estos días ha surgido otra posibilidad de especial interés para España por su proyección internacional, y ve a Barcelona como enclave estratégico para acogerla: el Banco Mediterráneo de Inversiones. En cualquier caso, la discusión entre los Quince sigue abierta y, bajo el semestre de presidencia española en la UE, se debe decidir la sede.
