Vivienda diseña un plan de pisos para inmigrantes que incluye la compra

El Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales del Gobierno vasco está diseñando un plan dirigido a facilitar viviendas de alquiler en condiciones dignas y a precios asequibles al colectivo de inmigrantes que residen en la comunidad autónoma. El departamento define actualmente el tipo de programa que pondrá en marcha, que abarcaría, en una primera fase, la creación de una red de acogida básica constituida por albergues y pisos tutelados, para, posteriormente, establecer ayudas económicas para el alquiler o la compra de una vivienda. La consejería trata de evitar que se repitan situaciones como la denunciada recientemente por la Comisión de Ayuda al Refugiado (CEAR-Euskadi), que comprobó cómo más de 60 inmobiliarias de Vizcaya se negaron a alquilar pisos que ofrecían al público cuando conocían que iba destinado a inmigrantes.

El plan gubernamental de viviendas para inmigrantes pretende propiciar la integración de los inmigrantes más desfavorecidos y paliar los problemas añadidos de esos extranjeros cuando buscan un piso para establecerse. 'Estamos dando vueltas a qué forma de apoyo es la más adecuada y esperamos que pronto se pueda poner en marcha el plan. Queremos evitar situaciones como la que ha vivido CEAR estos días', ha explica Javier Dean, viceconsejero de Vivienda y Asuntos Sociales. Una de las preocupaciones del departamento es que se acaben creando guetos para inmigrantes. 'No se trata de agrupar a este colectivo al margen del resto de la población', procisa Dean.

El caso al que alude Dean se ha conocido en los últimos días y, aunque ha entrado en vías de solución, revela un importante poso de xenofobia. Javier Galparsoro, presidente de CEAR-Euskadi, acudió a los medios de comunicación para lanzar una 'petición angustiosa', después de que, en una semana, cerca de 60 inmobiliarias de Vizcaya se negaran a alquilar pisos a inmigrantes. Y ello, a pesar de que la organización disponía de unas 100.000 pesetas de presupuesto por piso y de que el extranjero no fue quien acudió a la agencia.

La negativa ha puesto en peligro la subvención del Ministerio de Asuntos Sociales, que tenía una fecha fija para su cumplimiento y posibilita el arrendamiento de dos viviendas para diez inquilinos. 'Al oír nuestra petición, una decena de personas se puso en contacto con nosotros. Finalmente hoy [por el viernes pasado] se ha firmado el alquiler de una vivienda en la calle San Francisco de Bilbao. Esperamos cerrar el segundo contrato uno de estos días', augura Galparsoro.

La viceconsejería de Vivienda trabaja conjuntamente con la Dirección de Inmigración en varias direcciones para la elaboración del programa. Una de ellas consiste en reservar pisos dentro de las promociones del Gobierno vasco. Otra estaría orientada a un apoyo económico para la adquisición de viviendas. Asimismo se pone énfasis en una especie de red de acogida. 'La red básica podría consistir en albergues municipales que atendieran sólo a inmigrantes. En este caso, habría que construir nuevos y eso requiere tiempo'. Añade Dean que también trabajan en la idea de pisos tutelados, sobre los que el departamento mantendría una supervisión continua con el fin de propiciar la inserción real del extranjero.

Riesgo de crear guetos

'En el primer proceso de acogida el inmigrante necesita un ámbito de residencia, pero también apoyo socio-educativo para avanzar en la inserción. Está todo interrelacionado'. La red de acogida básica sería una transición hacia una vivienda más definitiva. El segundo paso abarcaría ayudas económicas, incluso para la compra del piso.

El viceconsejero, que insiste en que el programa está todavía en desarrollo, recalca el riesgo de crear guetos para inmigrantes. No se trata de agrupar a este colectivo al margen del resto de la población, señala. Actualmente, sin llegar a estos límites, en las capitales vascas ya existen zonas en las que se concentra la mayoría de la población inmigrante.

El proyecto resultará ambicioso dependiendo del volumen de inmigrantes que pueda beneficiarse del mismo. 'Parece oportuno que, al menos en los municipios grandes, exista un servicio de acogida', arguye Dean. La puesta en marcha del proyecto podría generar las críticas de aquellos que consideran que se beneficia a los inmigrantes sobre el resto de la población. 'Siempre hay polémica. Pero, la política de vivienda del departamento va destinada a los sectores de la población que tienen más dificultades. Vamos a intentar cubrir las necesidades de los más desfavorecidos y entre ellos se encuentran los inmigrantes', argumenta.

A falta de que se apruebe el presupuesto del Gobierno, el departamento que dirige Javier Madrazo tiene una partida de algo más de tres millones de euros (500 millones de pesetas) dentro de una dotación de más de 126 millones de euros (21.000 millones) para proyectos que conjuguen iniciativas de viviendas con la inserción social. También planea apartamentos para personas mayores sin medios económicos.