Acampada

Me pregunto cuánto tiempo durará esto de la acampada en la Plaza Nueva. Supongo que no se llevarán allí hasta final de curso, entre otros motivos porque el Lunes Santo la Hermandad del Museo pasará por el Andén, lo cual será motivo suficiente para que la autoridad haga lo que tiene que hacer y desmonte el campamento.

Lo más triste será que las cofradías sean de nuevo las que solucionen los problemas que otros son absolutamente incapaces de resolver. Para muchos, los culpables son claros, el alcalde Monteseirín y el delegado del Gobierno de Aznar, Torres Hurtado. Unos por otros y la casa sin barrer. El primero que debió impedir el asentamiento fue el alcalde, el cual creía que iba a ser un acto de desgaste del PP, pero lo que no sabía es que al final el desgastado es él.

El otro lado también es preocupante. La delegación del Gobierno no se atreve o no quiere intervenir con el fin de evitar la foto del joven estudiante de clase media, con cara de nieto ejemplar, llevado en volandas por dos fornidos policías vestidos con el mono azul. La otra versión puede que sea que se esté persiguiendo que continúe el desgaste del alcalde, en claro perjuicio de la imagen de la ciudad.

Unos y otros lo único en que coinciden es en la falta de respeto a los ciudadanos que pagan sus impuestos y que, a cambio, sólo piden una Administración, municipal y central, que funcione y defienda sus derechos.