Cualquier laboratorio puede adquirir células madre embrionarias por 6.700 euros
La empresa norteamericana Geron distribuye el material bajo un riguroso contrato comercial
Mientras gobiernos como el español se esfuerzan por aplazar todo lo posible el debate sobre la utilización médica de los embriones humanos de una semana, desoyendo así el consejo de sus propios asesores, la investigación progresa como puede aprovechando los cauces comerciales y académicos habituales para la comunidad científica internacional. La empresa norteamericana Geron, vinculada a los descubridores de las células madre de embriones humanos, distribuye esas líneas celulares a cualquier laboratorio del mundo por 6.000 dólares (6.734 euros), bajo rigurosas restricciones de explotación.
La adquisición de las células madre a la empresa Geron, un cauce que ya han utilizado varios científicos españoles, no es formalmente un acto de compraventa. Los 6.734 euros están destinados a costear los gastos de envío y manutención de los cultivos. La empresa, además, impone a los investigadores que adquieren las células unas estrictas condiciones destinadas, sobre todo, a impedir (o regular) su explotación comercial.
Desde el 15 de noviembre pasado, Geron ofrece siete líneas de células madre, todas ellas obtenidas por James Thomson, el investigador de la Universidad de Wisconsin que descubrió en 1998 cómo extraer esos cultivos celulares de embriones humanos sobrantes de los tratamientos de fecundación in vitro.
Política paradójica
La entrada de Geron en este terreno de enorme interés médico es una consecuencia de la política paradójica que Washington ha venido aplicando al asunto. En Estados Unidos, la experimentación con embriones humanos está permitida, pero no financiada con fondos públicos. Fue Geron quien costeó las pioneras investigaciones de Thomson -el científico no hubiera podido hacer los experimentos de otro modo-, y es por tanto quien puede ahora explotarlos comercialmente.
Hay otras fuentes posibles de células madre de embriones humanos, y muchas de ellas también están a disposición de cualquier investigador del mundo que quiera adquirirlas, en condiciones parecidas a las de la firma norteamericana. Las empresas de EE UU tienen otras 13 líneas celulares, además de las 7 de Geron. Suecia, cuya legislación permite la investigación con embriones humanos, cuenta con 24 líneas. Otras 20 líneas están repartidas por laboratorios de India, Australia e Israel. El Reino Unido, que autorizó el año pasado estos experimentos, creará nuevos cultivos en breve.
Los investigadores que quieran trabajar con células madre tienen dos posibilidades. Si sus objetivos son comerciales, deben establecer una colaboración con Geron o alguna de las otras empresas, que serán las que exploten en el mercado los resultados del trabajo. Si, por el contrario, su finalidad es estrictamente académica, Geron se limita a enviar las células a través de la Fundación de Investigación de los Alumnos de Wisconsin (WiCell) por el precio ya mencionado.
Compromisos concretos
Un científico español que ha utilizado este cauce explica: 'El Acuerdo de Transferencia de Material que firmamos con WiCell nos compromete a no ceder las células a otro grupo y a no utilizarlas para generar un embrión. Además, no podemos explotar comercialmente los resultados sin pagar los correspondientes royalties'.
Varias fuentes científicas coinciden en que las células de Geron disponibles ahora no son perfectas. 'Es imprescindible generar nuevas líneas a partir de embriones', dice uno de ellos. 'La línea que se usará en medicina todavía no existe'.
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