Los ecologistas demandan un plan de gestión que proteja al lobo en Euskadi
Los lobos se han asentado de una manera estable en el País Vasco, fundamentalmente en la zona occidental de Álava en donde hace diez años ya se registraban más de 300 ejemplares. Los ecologistas plantearon ayer en las Juntas Generales la necesidad de que la administración asuma esta situación mediante un plan de gestión que vaya acompañado de su declaración de especie amenazada. Esta postura entra en colisión con la de los ganaderos, que denuncian que los crecientes ataques del lobo está poniendo en peligro el pastoreo tradicional.
Los ganaderos han denunciado en los últimos años la creciente presencia de los lobos cerca de los rebaños, a los que ha atacado en numerosas ocasiones. La presencia en los años 70 de lobos procedentes de Cantabria y Burgos que seguían la ruta hacia los Pirineos, rompió dos décadas en los que este depredador desapareció de Álava y reprodujo un problema de convivencia con la cabaña ganadera.
Desde la perspectiva ecologista, esta conflictiva relación puede solucionarse. Sólo se trata de 'cambiar los sistemas de ganadería', ya que en otras provincias pervive el pastoreo en zonas de asentamiento de este depredador, según Andrés Illana, portavoz del Grupo Lobo. Su creciente implantación ha coincidido con el aumento de la población de corzos y jabalíes en zonas de los valles occidentales alaveses que cuentan con una media de seis habitantes por kilómetro cuadrado. 'Es una expansión natural, y si atacan también a los rebaños es porque son depredadores y les gusta la comida fácil', indica Illana. En cualquier caso, los ecologistas relativizan las pérdidas ocasionadas, que cuantifican en menos de seis millones de pesetas durante el año 2000, mientras que en el trienio 1994-96 acabaron con la vida de 200 cabezas de ganado.
La demanda de un plan de gestión conllevaría la inclusión de este animal en el catálogo de especies amenazadas, ya que en estos momentos ha desaparecido legalmente el concepto de especie protegida, y las de carácter no cinegético deben sumarse a esa categoría si requieren un tratamiento especial.
El plan debe definir, en opinión de los proteccionistas, tanto el número de ejemplares que existen en el País Vasco, como la forma de controlar su población y el sistema para eliminarlos en caso de que sea necesario. En este sentido, denuncian las numerosas batidas ilegales que se producen. 'La disyuntiva no debe ser o lobo o ganadería. Se trata de una especie biológicamente saludable, al tratarse del único depredador de especies como el corzo o el jabalí', concluyó Illana.
Álava es el territorio más afectado por la creciente implantación de este depredador.
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