La alcaldesa de Amorebieta aclara hoy si mantiene o anula la consulta popular

La alcaldesa de Amorebieta, la peneuvista Begoña Azarloza, comunicará hoy si suspende la encuesta de opinión sobre la central energética de Boroa, cuya celebración, prevista para el próximo domingo, ha sido boicoteada por toda la oposición. Ninguno de los partidos municipales opositores ha presentado interventores para controlar el proceso electoral. Azarloza ha decidido esperar a que termine hoy el plazo de presentación para anunciar lo que hará. Hasta entonces mantendrá su ya habitual mutismo, que ayer hizo extensivo a los demás concejales de su partido.

Tanto la plataforma vecinal Zornotza Bizirik, que reunió 15.500 firmas en contra de la central, como los partidos municipales consideran muy probable que la encuesta no llegue a celebrarse. La clave fue el cambio de la pregunta original por otra que ya no inquiere directamente por el proyecto y obliga a responder afirmativamente para expresar el rechazo a la planta. '¿Está usted de acuerdo en cambiar el reglamento de usos para incluir en usos no permitidos las instalaciones de generación de electricidad en el polígono industrial de Boroa?', reza la pregunta planteada. La modificación, anunciada por la alcaldesa el pasado 18 de diciembre, después de que en los dos meses anteriores defendiera la inicial pregunta, incluía cambiar la consulta por una encuesta de opinión, la limitación horaria para votar, la ausencia de voto por correo y la imposibilidad de que los partidos dispusieran de papeletas de voto para realizar campaña.

La consecuencia ha sido el progresivo desmarque de los partidos de la oposición (PP, EA, Batasuna, IU y PSE) del proceso electoral. El plazo para presentar interventores y representantes para controlar las votaciones finaliza hoy a las 14 horas y ningún partido opositor ha presentado nombre alguno. Tampoco ha habido ninguna campaña en Amorebieta y únicamente Batasuna ha organizado dos charlas sobre el polémico proyecto energético.

Ante este boicot generalizado, al que también se ha sumado la plataforma Zornotza Bizirik, la alcaldesa, Begoña Azarloza, debe decidir si se mantiene la consulta a cinco días de su celebración. Azaloza ha persistido en su mutismo habitual en este tema, sólo roto en el pleno municipal de finales de noviembre que acordó la convocatoria de la entonces consulta popular. La alcaldesa ni siquiera ha comunicado sus intenciones a sus compañeros del grupo municipal. Este asunto se comentó en la comisión de gobierno de ayer, que está integrada sólo por ediles del PNV. Azarloza, según medios próximos a ella, anunció a sus compañeros que esperará a que hoy termine el plazo de presentación de interventores y posteriormente les comunicará su decisión.

A pocos días de la encuesta se desconocen cuántas mesas se van a habilitar para las votaciones y quiénes se encargarán de presidirlas y controlar el proceso. Las papeletas, como se establecieron en las polémicas bases de la encuesta, no se conocerán hasta el mismo domingo.

La posible suspensión de la encuesta serviría para solventar la crisis originada por este tema en el PNV, cuya dirección nacional ha abierto un expediente de expulsión contra la alcaldesa y siete ediles más peneuvistas por contravenir las directrices del partido. El presidente del PNV de Vizcaya, Iñigo Urkullu, afirmó este fin de semana, en una entrevista con este diario, que la retirada de la encuesta iría 'a la raíz' de la denuncia interna y que 'las cosas, para el EBB, volverían a su punto inicial'.

Zornotza Bizirik espera también a la decisión sobre la encuesta y hoy tiene prevista una asamblea. La plataforma ha intensificado en los últimos días sus acciones para llamar a los vecinos a la manifestación convocada para el 26 de enero, la sexta contra el proyecto. Esta asociación ha llenado de carteles las calles de Amorebieta, en contraposición a la inexistente campaña sobre la consulta.