Cambien el nombre de la calle
Soy argentino, vivo en la avenida del General Perón y les aseguro que palpitando la situación actual de Argentina es una tortura diaria observar el monumento que Perón tiene en esta avenida. Como es pasado e histórico, ya no me indigna que Perón haya sido el ladrón más grande de la historia argentina y siga liderando un movimiento demagógico que desde los años cincuenta se convirtió en el verdadero cáncer de mi país.
Tampoco me indigna que esa ideología haya enquistado a políticos corruptos como Menem, del que nadie habla, Rodríguez Saá o Duhalde. Sólo espero que Argentina salga adelante, que el pueblo argentino se saque el maldito e ignorante hechizo del peronismo y que, por favor, le cambien el nombre a esta hermosa avenida madrileña.
Y una aclaración: en el monumento que le hicieron a Perón hay una inscripción en donde el pueblo español le agradece su ayuda de aquella época. Error, se la deben agradecer al pueblo argentino, verdadero dueño de todo lo enviado, y no a quien lo saqueó y lo transformó en lo que es hoy: un pueblo sin ilusión, sin recursos y sin posibilidades.