Crisis en la gestión de los medios de Telefónica

Telefónica Media, hoy Admira, se ha convertido en la peor herencia que ha recibido César Alierta, presidente de Telefónica, de su antecesor, Juan Villalonga. Además de las pérdidas de esta filial, Alierta se encontró con un equipo directivo que mantuvo en sus cargos hasta el pasado, viernes cuando decidió descabezar a la cúpula de Admira. Los ataques del diario El Mundo aceleraron esta medida. Juan José Nieto, presidente de Admira, fue sustituido por Luis Abril, un hombre de confianza de Alierta, que ahora asume el reto de sanear y reorientar los medios de comunicación de la operadora. Bertelsmann se perfila como el aliado perfecto para emprender el nuevo rumbo.

Luis Abril, nuevo responsable, se enfrenta al reto de sanear y reorientar la compañía

Las crecientes pérdidas en Admira aumentaron las discrepancias entre Alierta y Nieto

Las diferencias entre César Alierta, presidente de Telefónica, y su gestor de medios de comunicación, Juan José Nieto, se han agudizado en los últimos meses por la ausencia de un plan de futuro y las continuas pérdidas económicas. En este clima de desconfianza, el diario El Mundo lanzó esta semana un ataque contra Alierta. El diario que dirige Pedro J. Ramírez informaba de que un sobrino de Alierta ganó más de 300 millones de pesetas con la compraventa de acciones de Tabacalera cuando esta empresa estaba presidida por él. Según fuentes del entorno de Telefónica, esta publicación se debió al fracaso de Ramírez por comprar Onda Cero, que Telefónica decidió integrar en Antena 3.

En menos de dos años, Juan José Nieto, presidente de Admira, ha duplicado las pérdidas de la plataforma Vía Digital y ha visto cómo se reducían a la mitad los beneficios de Antena 3. La planificación del presupusto para este año no era precisamente de contención. Carecía de objetivos concretos y de un plan riguroso para cortar la sangría de gastos. El presidente de Telefónica no le dió luz verde.

Las discrepancias financieras han sido, según fuentes de la operadora, uno de los factores que provocó el viernes pasado la sustitución de Nieto por Luis Abril. Este cambio se ha unido al de Juan Ruiz de Gauna como consejero delegado de Vía Digital, que ha sido relevado por Carlos Lavilla, y de Javier Gimeno como presidente de Onda Cero, cargo que ocupará Juan Kindelán.

Alierta siempre ha sostenido que la división de medios -que agrupa las participaciones en Antena 3, Vía Digital, Onda Cero, Endemol, Lola Films, Pearson, Admira Sport y los canales argentinos de televisión comprados en la época de Juan Villalonga-, lastra las cuentas de la operadora.

Para reordenar estos activos, Admira vendió a finales de año Onda Cero a Antena 3 por 21.000 millones de pesetas (más los 17.000 de deuda absorbidos por la cadena de televisión) y compró el canal de televisión Gran Vía a Vía Digital por 40.000 millones. Al margen de estas operaciones, Nieto ha sellado acuerdos que en principio no contaban con el visto bueno de Alierta. Fuentes de Telefónica señalan el suscrito a mediados de diciembre con la productora y distribuidora cinematográfica Manga Films como uno de los más polémicos. Esa compañía recompró el 60% de las acciones que había adquirido Telefónica pocos meses antes por 4.000 millones y el convenio inicial fue sustituido por otro a tenor del cual la productora suministraría películas a Admira a cambio de 8.300 millones de pesetas.

Las dos principales empresas audiovisuales han tenido un mal año. Vía Digital cerrará el ejercicio económico con unos 90.000 millones de pesetas de pérdidas (42.222 millones, el año anterior). El reto de Carlos Lavilla será intentar sanear una compañía que este año tendrá gastos extraordinarios por valor de 30.000 millones de pesetas por los derechos televisivos del Mundial de Fútbol, una inversión que desde Telefónica se ve 'muy difícil de rentabilizar'. Además, los nuevos gestores se proponen revisar con lupa la compra de los derechos del fútbol.

Antena 3 también ha empeorado sus resultados. En 2000 registró un beneficio neto de 22.090 millones de pesetas, ganancia que ha caído casi un 50% en 2001. Onda Cero, otro de los principales activos, tendrá números rojos. Tras la operación de venta de la cadena de radio a Antena 3 (donde Admira controla el 47,5% del accionariado) sus pérdidas serán repartidas entre los socios, y en especial el Santander Central Hispano, dueño del 30,2% de Onda Cero.

El destituido presidente de la cadena radiofónica, Javier Gimeno, eludió ayer comentar las circuntancias en las que se produjo, de forma fulminante, su sustitución. 'Se ha cubierto una etapa muy gratificante en mi vida profesional', se limitó a decir Gimeno.

Otro de los detonantes de esta crisis ha sido la marcha del acuerdo de la cadena de radio con El Mundo y Recoletos hace ahora un año. Con este convenio, el diario de Pedro J. Ramírez entraba a participar en el desarrollo de los informativos de la cadena de Telefónica. Esta cohabitación ha estado salpicada de polémicas, como el veto que impuso Telefónica a la lista de comentaristas políticos del programa La Brújula del mundo, al frente del cual está la periodista Victoria Prego, que ocupa un cargo de dirigente en El Mundo. Tras una agria polémica, que salpicó al Gobierno, la disputa quedó en tablas.