'Es imposible entender lo que somos sin conocer lo que fuimos'
El autor de El capitán Alatriste asiste feliz al alumbramiento en cómic de su personaje de más éxito, que concibió casi jugando. Él no podía concebir un éxito así. Ahora lo asume como el resultado de un reto que tuvo justamente su origen en México, cuando le dijo a su editor mexicano de entonces, Sealtiel Alatriste: 'Un día crearé un personaje español con tu nombre'.
Pregunta. ¿Qué ha aprendido usted del personaje?
Respuesta. Entre otras cosas, que de una u otra forma la historia siempre se repite y que rara vez aprendemos de ella.
P. ¿Es la serie de Alatriste un relato moral?
R. Es sobre todo un retrato moral del español, del buen vasallo que nunca tuvo buen señor. Hay un momento en que un personaje de la serie dice: 'Ser lúcido y ser español fue siempre difícil de llevar'. Pues eso. Yo lo escribí para que sirviera para ahora. Es imposible entender lo que somos sin conocer lo que fuimos.
P. ¿Y cómo seguimos siendo con respecto al español del tiempo de Alatriste, el Siglo de Oro?
R. Seguimos siendo crueles e insolidarios, pero hemos ganado otras cosas, por suerte, aunque hemos perdido otras. La España de ahora es mejor, mucho mejor, que la España del siglo XVII.
P. ¿En qué es mejor?
R. Es evidente. Hay más libertad, hay más cultura, hay menos fanatismo, hay menos corrupción y menos estupidez, pero en el camino nos hemos dejado algunas virtudes.
P. Usted inicia la serie del capitán Alatriste con una definición que se ha convertido en un eslogan.
R. Sí. 'No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente'. Nunca pensé que fuera a traer tanta cola. No me lo esperaba, francamente. Era un libro que iba a ser para mi placer personal, una especie de recorrido por la memoria y al mismo tiempo un libro de aventuras a la manera de los libros de antes. Yo creía que ya no había lectores para esa clase de libros, pero me equivoqué.
P. ¿Y cuál cree usted ahora que es la clave del éxito?
R. Yo he recibido miles de cartas y de comentarios sobre los libros que he publicado hasta el momento con Alatriste como personaje. Muchos de esos comentarios son de jóvenes que se sorprenden al saber que esas cosas que se reflejan ahí ocurrieron en la España del XVII. Están sorprendidos de leer cosas que nadie les había dicho: no estaban en sus libros de texto: ese Quevedo, esas guerras de Flandes... Para mí la sorpresa ha sido la sorpresa de los chicos.
P. Desde que usted presentó la primera entrega atacó el sistema educativo español...
R. En los últimos cuarenta años, a los jóvenes españoles se les ha despojado de su memoria y de su cultura; se les quiere hacer técnicos y excelentes analfabetos, olvidando que es muy peligroso fabricar ciudadanos desprovistos de alma. El franquismo contaminó nuestra historia de glorias imperiales y la reforma educativa de Solana y Maravall cayó en el extremo opuesto, tirando toda esa historia por la borda.
P. Su personaje ha pasado ya a la mitología de los personajes literarios españoles...
R. Hay gente que cree que Alatriste existió. El otro día me escribió un señor indignado: supuso siempre, decía, que el personaje había sido inventado, y luego se enteró de que yo había estado utilizando las memorias verdaderas del capitán...
P. ¿Y cómo se siente cuando ese personaje ficticio aparece en cómic y en la tirada de un periódico como EL PAÍS?
R. Me satisface mucho porque me permite llegar a lectores que todavía no leen libros, chicos entre doce y quince años. Es una forma de que conozcan más al personaje, pero también la historia y la memoria. Ahora sí sabrán de qué se les habla cuando les hablamos del siglo XVII.
P. ¿Qué mirada le ha dado a usted Alatriste?
R. En Alatriste hay historia, acción, ser humano, y sobre todo lo que hay es una forma de mirar el mundo. El lector mira al mundo con los ojos de Alatriste. La de Alatriste es la mirada del español de siempre, el que ha visto siglos de la historia de España, con lo duro, lo triste... Cuando el lector se asoma a esa mirada, que tiene siglos detrás, mira a España con los ojos con que la veo yo.
'Una aventura editorial fascinante'
Amaya Elezcano, directora de Alfaguara, editora de Arturo Pérez-Reverte, recuerda el comienzo de la publicación de la serie como 'un aventura editorial fascinante'. 'En todo caso', dice Elezcano, 'ha sido una aventura compartida al máximo con Pérez-Reverte, que se implicó en el proyecto con un entusiasmo y una ilusión que nos contagió a todos. Y luego hemos visto cómo ha ido creciendo este proyecto hasta alcanzar la relevancia que hoy tiene en la historia editorial española'.
La primera tirada de la primera entrega de la serie, El capitán Alatriste, fue excepcional. Se imprimieron 250.000 ejemplares, el libro apareció en noviembre de 1996 y hasta ahora ha alcanzado 28 ediciones. Las entregas siguientes salieron en 1997 (Limpieza de sangre), 1998 (El sol de Breda) y 2000 (El oro del Rey). Esta última constituyó la primera experiencia de colocación de una novela española en venta por Internet, a través de Prisacom, que alcanzó un éxito sin precedentes en este tipo de ofertas en la Red.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.